Hace setenta años oí por primera vez ésta frase: agua que no has de beber, déjala correr; no recuerdo si fue  mi abuela (Candelaria Castro Salazar) o mi abuelo (José Amando Castro Méndez), quienes la aplicaron en un asunto familiar sin demasiada importancia. El caso es que ahora parecería muy sabia si la aplicamos a asuntos de orden público; cuando algo no será para ti, debes de dejarlo pasar y esperar tiempos mejores para obtenerlo, sin caprichos ni odios; o sea que no puedes detener el curso del agua  en el arroyo (ni tampoco puedes tragarla toda), de modo es que debes de dejar que siga corriendo el vital líquido por su cauce natural.

No obstante nuestra condición humana y por tanto imperfecta, nos induce a insistir hasta en objetivos por lo pronto imposibles de obtener; así vemos la necia insistencia de no pocos aspirantes a candidatos de MORENA para la elección de gobernador en Tamaulipas. Pese a que sus posibilidades de acceder a ella son casi nulas, esos (as) pretendientes como quiera insisten mediante todos los medios a su alcance (lícitos e ilícitos).

Encuestas maquilladas, imágenes del aspirante en posturas “naturales”, apoyos y likes “espontáneos”, grupos sociales que convergen en la simpatía del aspirante, biografías a modo difundidas por “amigos”, fotografías de la mano con el fiel de la balanza, declinaciones a su favor por parte de “adversarios internos fuertes”, por un lado; por el otro lado inducir ante la opinión pública una imagen lo más desafortunada posible de sus adversarios: involucrarlo con el crimen organizado, ventilar conflictos familiares del aspirante rival ( ciertos o no, es secundario), revivir pasajes oscuros de su acción en el servicio público, entre otras medidas de contención política hacia sus  rivales internos.

Ahora bien…¿cómo saber cuál agua y de que arroyo es la que, hoy y aquí, puedes beber?. Ahí sí que vamos a sufrir para contestar con certeza; cada bebedor debe de medir sus capacidades bucales; la contaminación del arroyo, la turbiedad del líquido, la competencia con los otros bebedores, entre otras condicionantes más nos darán la pauta para saber si esa agua no  habría de quitarnos la salud.

Porque ya intoxicados dejamos de ser competitivos y nuestros adversarios nos rebasarán por la derecha; sería el instinto y la experiencia la que nos pueda ayudar para decidir que agua y de qué arroyo podemos tomar, salvo que nos apoyemos en  un análisis bacteriológico de laboratorio.

Sin más preámbulos  y como dicen en la asociación mundial de albañiles…”cada quien es el arquitecto de su propio destino”.

Existe sin embargo una medida radical que puede MODIFICAR nuestra aseveración del agua que corre por el arroyo; consiste en alterar su curso  mediante la utilización de  maquinaria pesada, de tal forma que cambie el sentido de los escurrimientos NATURALES hacia rumbos desconocidos.

A eso se atiene más de un aspirante a la candidatura para gobernador de Tamaulipas; y no hablamos sólo de MORENA pues todas las otras fuerzas partidistas (por remotas que sean sus posibilidades de ganar), le apuestan a que sus respectivos padrinos logren rentar ese bulldozer con suficiente fuerza para cambiar a modo el cauce del arroyo, sin alterar la calidad del agua que corre por sus largos tramos.

Y es la todavía muy lejana elección presidencial del 2024, la que puede determinar si en Tamaulipas se contrata la maquinaria pesada capaz de alterar el sentido natural del arroyo y por tanto de modificar el rumbo por el que HOY corre el agua.

Voces por lo pronto anónimas nos dicen que el crimen del joven Sergio Carmona Angulo hace unos días en un municipio conurbado de Nuevo León, es justamente un bulldozer-caterpilar que intenta cambiar el cauce del arroyo tamaulipeco.

Habrá que consultar al Tarot y a los taroistas de la región para saber de su opinión en el  asunto que hoy nos ocupa. Conmigo no cuente pues las adivinanzas no son mi materia de estudio, ni mucho menos las cuestiones hidráulicas.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.