Corriendo el riesgo de que usted  nos juzgue casi obsesionados con el tema, pero nos parece que es pertinente comentar lo que pensamos de la situación de crisis política que vive el PRI en Tamaulipas; crisis que no es más que el reflejo de los múltiples intereses que están entrando en conflicto frente a un proyecto concreto: apoyar al PAN o apoyar a MORENA en la elección de gobernador 2022-2028.
Lo de competir solos es un cuento para espantar a los incautos cuyo volumen es incuantificable, si bien los 130 mil votos que obtuvo el PRI en junio pasado son una tentación para el PAN y para MORENA, ante el supuesto teórico de que la ciudadanía decida repetir esa cifra de sufragios a favor del PRI en junio de 2022.     
Comenzamos por precisar que cuando decimos que el PRI-Tamaulipas pasa por una crisis política nos referimos a sus cúpulas (no a su base militante, ni simpatizante); para hablarlo sin confusiones pensamos en  líderes estatales y municipales, líderes de sectores, servidores públicos de ese sello partidista, ex líderes de partido,  ex  legisladores, ex servidores públicos de los tres órdenes de gobierno, en síntesis toda aquella fauna que tiene o ha tenido poder gracias al PRI y que sabe lo que es comer  filete todos los días de la semana; ese segmento del tricolor es el que pasa por el conflicto mental aquí referido, quizá no sean  muchos ( unos ¿mil?), pero sí son los que deciden el rumbo político del partido en Tamaulipas y son capaces de movilizar a  cientos de miles de tamaulipecos, para que concurran a las urnas y voten por determinado candidato (más que por un partido político en particular).
Un lector acucioso razona de inmediato sobre las identidades de los ciudadanos (as) de  los que estamos hablando; es decir  ex presidentes y ex secretarios de los comités directivos del ámbito estatal y municipal, ex líderes de los diferentes sectores, ex servidores públicos de mandos superiores, ex legisladores federales y locales, ex gobernadores; quizá no todos ellos (as) tienen interés en intervenir de una u otra manera en el proceso electoral en curso, pero le puedo aventurar que cuando menos el 90% de los susodichos tienen las manos ( y los pies) bien metidos.
En éste orden de ideas ya nos ubicamos en lo complejo del tema; Rafael González Benavides, Lucino Cervantes Durán, Antonio Martínez Torres, Oscar Luebbert Gutiérrez, Jaime Rodríguez Inurrigarro, Homero Díaz  Rodríguez, Morelos Jaime Canseco Gómez, Enrique Cárdenas del Avellano, Ramiro Ramos Salinas, Juan Alonso Camarillo, “Lupita” Flores de Suarez, Roberto González Barba y cientos más de éste perfil partidista, como entes políticos que son….¿con que proyecto están trabajando actualmente?.
Algunos ya tienen rato en un bando y a la vista de todos; otros según ellos en la sombra y el sigilo sin que alguien pueda verlos, pero ya trabajan para MORENA; casos específicos  como Jaime Rodríguez Inurrigarro, Oscar Luebbert Gutiérrez, Juan Alonso Camarillo, Edgar Melhem Salinas, entre decenas más y que se han echado a cuestas la tarea de bombardear el proyecto de coalición PAN-PRI-PRD; usted como yo seguramente se pregunta…,¿pero los otros cientos de priístas de ese perfil político… que opinan del proyecto de coalición tan satanizado?.
Este es el meollo del asunto; a la actual dirigencia estatal del tricolor no se le ha ocurrido convocar a sus liderazgos regionales para preguntarles que rumbo seguir en cuanto a la multi mencionada posible coalición para competir varios partidos con un candidato común en la elección de gobernador de Tamaulipas; los defensores oficiosos de don Edgar deberían de sugerirle que cuando menos haga la finta y convoque a una reunión cupular arreglada, donde se asiente la negativa formal para de una buena vez cancelar el proyecto de coalición y cerrar oficialmente ese capítulo tan molesto y que seguirá metiéndole ruido a la gestión de Edgar Melhem Salinas; al menos cerrarlo en Tamaulipas, porque si deciden en el CEN del PRI coaligase, aquí nada tiene que opinar su CDE.
Con el evidente riesgo de parecer estúpido su servidor, pero vamos a SUPONER que el actual presidente del CDE del PRI  Edgar Melhem Salinas no está prejuiciado para negar la coalición PAN-PRI-PRD; vamos a suponer también  que en efecto analiza con mucha seriedad, prudencia,  honradez y amplio sentido democrático, si a su partido le conviene coaligarse  o competir sólo por la gubernatura; la pregunta natural sería entonces… ¿cuándo cita a su Consejo Político Estatal para “consultarlo” sobre el proyecto de coalición?.
¡Sí, ya sé ya sé: parezco niño de teta ¡;o tontuelo, vaya usted a saber.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.