Así andan los principales actores, y sus respectivos representantes, que aspiran a llegar a la recta final en la competencia por la gubernatura de Tamaulipas; los que son adversarios políticos, desde sus correspondientes plataformas de comunicación y con claros mensajes cifrados se lanzan amagos, advertencias, amenazas, invitaciones al diálogo o a la pelea, entre otros intentos tanto para persuadir al contrario de que ya ganó el emisor la pelea (antes de tocar la campana), como para invitar al contrario a que deponga las armas y se sume “al proyecto ganador”; intentaremos explicarnos.

Tenemos la impresión de que donde abundan los mensajes cifrados es entre los que simpatizan y los que satanizan la hipotética coalición PAN-PRI-PRD para que con un candidato común compitan juntos por la gubernatura de Tamaulipas. Desde que se manejó dicha posibilidad de coalición y desde el inicio de su gestión como presidente del CDE del PRI Edgar Melhem Salinas, primero con mesura y ahora con descaro insiste en que “no hay condiciones” para dicho proyecto.

Ya convenció al Delegado General de que lo mejor para el PRI tamaulipeco es competir solos, para cuya posibilidad el mejor candidato sería Enrique Cárdenas del Avellano (se le olvidó a Melhem que el ingeniero Cárdenas del Avellano quedó en tercer lugar de votación en la elección concurrente de junio pasado); y que en caso de coaligarse con el PAN el mejor candidato sería, según “las encuestas” así lo dijo, “Chucho” Nader alcalde reelecto de Tampico.

“Diyitas” antes, como dicen los campesinos para referirse al pasado reciente, se evidenció con indudable claridad el inicio de una revuelta al interior de la dirigencia del CDE del PRI, encabezada por su Secretaria General y el Secretario Adjunto a la presidencia del mismo comité estatal; su presidente Edgar Melhem de plano acusó al Secretario General de gobierno César Verástegui Ostos de ser el patrocinador de la rebelión priísta interna, por lo que apreciamos que  el punto de quiebre se ve con nitidez: la directiva, sus sectores y sus principales activistas, está escindida entre los que simpatizan con el proyecto de coalición con el PAN  y los que descartan con sospechosa enjundia esa coalición; pero que sin embargo simpatizan con la posibilidad de apoyar al en su momento candidato de MORENA.

Como si nada tuviera que ver en ello, anoche se anunció y el propio gobernador FJGCV  entregó nombramiento al  priísta Florentino Aarón Sáenz Cobos, como Subsecretario General del gobierno estatal, en sustitución del fallido Humberto Zurita Eraña; una hipótesis que tenemos sobre los mensajes cifrados es que el fondo de los mismos es claro y se trata de intentar construir puentes para que lo crucen los que aún dudan de las buenas intenciones del PAN en hacer realidad la coalición partidista PAN-PRI-PRD para la elección de gobernador.

Ahora bien no tenemos la suficiente información (y quizá ni la suficiente capacidad intelectual) como para estar en la posibilidad de establecer un pronóstico al respecto; pero sí, no tenemos ninguna duda, ni siquiera pequeñísima, de que mientras esté de presidente del CDE del PRI tamaulipeco Edgar Melhem Salinas, mientras ello sea así, éste caballero por un lado seguirá torpedeando la línea de flotación del proyecto de coalición PAN-PRI-PRD; y por otro lado seguirá construyendo puentes políticos para apoyar al en su momento candidato de MORENA; y en ésta REALIDAD nada tienen que ver los mensajes cifrados, por más estilo que se les imprima a dichos envíos.        

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.