No es tan difícil de creer que se tuvo que legislar y obligar a los partidos políticos a incluir al género femenino en la participación política, pues ya hay una cultura que precede estas omisiones y practicas misóginas y de caciquismo.

La lucha del feminismo en busca de una igualdad sustantiva en todos los espacios de toma de decisión no es una moda adoptada últimamente, sino que comenzó hace algunos siglos y esta, conforme ha pasado el tiempo y las nuevas generaciones ha cobrado poder, algo totalmente inevitable cuando el único objetivo que se busca es evadir las injusticias, la obstaculización y en resumen: la violencia con razón de género.

La equidad tiene una participación esencial y clave en el tema, pues al ser un mecanismo de consideración y justicia según la circunstancia personal, se convierte en el escalón necesario para lograr esa igualdad tan necesaria y exigida, vaya... para una lograr una cosa, se necesita la otra.

Es por eso que a nivel político/electoral/legislativo se han logrado aterrizar grandes estrategias para erradicar esa apatía y la obstrucción de la participación de las mujeres en la política y en la vida pública, una de estas es: la obligación que tienen todos los partidos políticos a destinar como MINIMO el 3% (este porcentaje incrementa en algunos estados) del financiamiento público ordinario para la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres. Estos proyectos actúan como ejes estratégicos para generar la equidad necesaria para alcanzar la paridad de género que hoy es una obligación para los partidos políticos. Aunque como toda partida fiscal, si un partido político no genera proyectos, ni herramientas y no utiliza el recurso este se estanca y no solo se regresa al INE sino, que ni siquiera sale de ahí, pues la “obligación” de hacer uso de este recurso está en todas las plataformas políticas para el ejercicio integral y la promoción de la participación política de las mujeres.

Es ahí donde invito a reflexionar y puntualizar que es lo que a nivel político y publico se esta haciendo por incluir de verdad al feminismo y a las mujeres en nuestra vida pública, pues muchos de algunos proyectos que se hacen son firmados y liderados por hombres… entonces según son para mujeres, pero no se incluyen a las mujeres. Cumplir con una cuota es fácil, pero formar a todo un sector con una apatía provocada por la cultura opresora no es tan fácil cuando la disputa siempre es el poder… y compartirlo para algunos nunca es opción. Los partidos políticos fungen como plataformas de formación política o al menos aparentan serlo, seria bueno para el relevo generacional ver como forman en igualdad, paridad e inclusión de verdad, generando un compromiso con los colectivos feministas o la misma ciudadanía para aterrizar ese recurso e incluso hasta dar de más… ¿por qué no?.

Twitter: @melissamirelesj

Melissa Mireles Escobedo

Estudiante de Derecho y Psicologia. Laboro en Televisa Victoria como co-conductora de El Noticiero. Lider de opinion juvenil.