El nuevo gobierno norteamericano de Joe Biden, optó por mantenerse en la postura de expulsar inmediatamente hacia México a los indocumentados capturados en el intento por introducirse a los Estados Unidos. Eso sí, ya no invertirá más dinero en la construcción de un muro fronterizo que ya existe desde hace años. 

El presidente demócrata dejó vigente el decreto llamado Título 42, dictado por Donald Trump, permitiendo a sus fuerzas de seguridad estadounidense frenar el paso de ilegales bajo el argumento de la pandemia, evitando a toda costa recibirlos o permitirles asilo en el país de las barras y las estrellas.

A nadie extrañaría que Biden, se pare en la contingencia mundial de salud para mantenerse firme en su postura de no recibir más inmigrantes en su país, pues debido a la propagación del coronavirus no es un buen momento para llegar a Estados Unidos, además, Biden, es de los pocos jefes de Estado que aparecen en público y emitiendo discursos con cubrebocas. 

Pero el libre tránsito de migrantes es otra política norteamericana contraria a las del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador pues desde que Biden, llegó a la Presidencia firmó varios decretos para combatir la epidemia por Covid-19, entre ellas una en la que obliga el uso de la mascarilla en las oficinas públicas; esto mientras que el mexicano se aleja de una postura como esa.

Finalmente, Estados Unidos y México, tienen en el coronavirus, como en el tráfico de migrantes dos temas tan poderosos como el libre comercio entre ambas naciones, a diferencia que es en el país gobernado por López Obrador donde se ejecutan las masacres de ilegales sin que la Cuarta Transformación tenga la capacidad de frenarlas; en Camargo, Tamaulipas ya se atestiguo la primera… y la relación con el presidente número 46 de Estados Unidos, apenas comienza.

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David Ed Castellanos

Periodista-corresponsal y columnista, un apasionado de los deportes con principal interés en el análisis político de México y el nuevo orden mundial. 

La Columna Relájese, se escribe desde el Gordillazo, en el régimen del priísta Enrique Peña Nieto (2012- 2018), el presidente de México que derrumbó a la mujer más poderosa de su época.

Desde Tampico, al sur de Tamaulipas en México, ofrece un punto de vista irreverente y distinto; tan ortodoxo como encontrar un caballero en la era moderna.

Yo no sé mañana… ¡Reeláájeesee!