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Los ex obreros de Xicoténcatl y su dañino afán de bloquear carreteras

Por: Marco Antonio Torres El Día Viernes 11 de Diciembre del 2020 a las 16:58

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En Tamaulipas el cierre de carreteras está perjudicando a los viajeros, sean locales o foráneos, sean de Tamaulipas o provenientes de otros estados. 

Hoy le tocó al entronque de la carretera México – Laredo, en el entronque El Limón – Tula, lo que ocasionó el caos, debiendo esperar horas para ser abierta.

Los cierres carreteros son el arma que los obreros de la sección 103 están usando para ‘persuadir’ a los industriales de la caña, a los ex dueños del Ingenio Aarón Sáenz Garza, una factoría con más de 90 años de antigüedad que de un momento a otro simplemente cerró.

El ingenio azucarero Xicoténcatl ya estaba siendo administrado por sus nuevos dueños, el grupo azucarero Pantaleón proveniente de El Salvador, San Salvador, Centroamérica, mismo que tras su llegada a la comarca tuvo roces y enfrentamientos con líderes cañeros de la región. 

Algunos choques violentos entre líderes cañeros e industriales fueron incluso ventilados en las redes sociales y circularon por todo el país como reguero de pólvora, levantando ámpula en el mundillo de la I distraía de la caña. 

Líderes con cierta influencia, que de alguna u otra forma ayudaron a definir el destino del mismo.

Pero también, la cerrazón del soberbio grupo Pantaleón, que llegó a Xicoténcatl a querer impresionar al mundo, como si la vida de todos girara en torno a ellos. 

En este momento la situación económica en Xicoténcatl, Tamaulipas, cuyas tierras son prodigiosas y ricas en minerales, es caótica. Sus tierras son tan ricas de tal modo que se usufructúan - desde tiempo i memorial, casi un siglo--para cultivar caña, un fruto que exige nutrientes elevados, sin los cuales el negocio no prosperaría.

Los actores del momento de la lucha por la indemnización a los 1, 300 obreros, asimismo, están siendo criticados por la toma, bloqueo y cierre de carreteras y caminos, que en su mayoría son federales.

Cierto, hay dos carreteras estatales, la Calles-Xicoténcatl y la de El Limón – Ocampo - Tula, que también han sido bloqueadas de modo intermitente; más no por el hecho de ser estatales, carecen de importancia.

Son las mismas que permiten la vialidad de las ‘despeinadas’ del campo calero a los tres ingenios azucareros regionales de El Mante, El Naranjo y Valles.

Y su cierre ocasiona pérdidas millonarias.

Para ilustrar un poco, desde el cierre del Ingenio de Xicoténcatl hace 5 meses todo camión torton cargado de caña debe llevarla a cualquiera de estos tres destinos.

Y el transporte a veces se torna dramático.

Con decirles que hemos sido testigos de cómo los transportistas llevan su caña en altas horas de la madrugada desde Xicoténcatl a Ciudad Valles o bien al Naranjo, con todo y lo sinuosa que es la alta montaña de la sierra madre oriental, y que ya sea por Ocampo o por Antiguo Morelos, tiene el mismo nivel de peligro para los torton.

Así pues, el problema de los bloqueos no sólo provienen de un trasfondo monetario, de desacuerdo entre la clase obrero patronal o de carácter político e incluso electoral, sino que a esas causas se añade el de logística.

Son miles de toneladas de caña las que los productores llevan al patio de estos tres ingenios. Y su traslado tiene costos millonarios.

Algo nos dice que por eso el hilo va a reventarse pronto. Porque cuando se hagan las suma, restas y multiplicaciones, los productores de caña se darán cuenta que venderle a los industriales ya no es negocio.

Cuidado con eso.

Ahora bien, más allá de sí Homero Silva Tinajero vendió o no el movimiento obrero a Morena o a funcionarios de la 4T, está latente el peligro de que los traslados se vuelvan un caos, y llegue el momento de que sembrar y cosechar caña de azúcar deje de ser negocio para todos.

El grupo industrial Pantaleón por otra parte, tiene ciertas características curiosas que podrían incluso mover a risa, como es su proclividad a recurrir mucho a la interacción con la sociedad, al intervencionismo en pro de la naturaleza y a su contribución con el desarrollo urbanístico de las zonas en que tiene influencia.

Pero eso tiene riesgos, peligros.

Y uno de ellos es querer apadrinar a políticos para que lleguen al poder, y por tanto, derrumbar a otros.

Debíamos recordarle al grupo Pantaleón que el agua no fue inventada por nadie; ya existía antes de su llegada. El fuego igual, ha existido siempre.

Por tanto, no conviene que se metan.

Sus adeudos con El Mante por ejemplo siguen siendo grandes. El Mante tiene grandes cargas de azufre en su medio ambiente que aún después de años que el grupo Sáenz ha ido abandonando ese barco, las muertes por cáncer, tumores malignos etc etc, siguen siendo demasiadas.

Tal vez están pensando que llegaron a salvar a El Mante; falso.

El Mante también ya era antes de su llegada.

Son deplorables los bloqueos carreteros, son un ataque a las vías de comunicación terrestre, derecho inalienable de todo ciudadano mexicano garantizado por la Constitución.

Cierto es que hay dos partes, los obreros y los industriales.

Los obreros quizá se dejaron llevar por la pereza y desde la declaración de quiebra del ingenio tal vez no supieron llevar a acuerdos favorables y rápidos con los industriales, ya de por sí multimillonarios.

Pero también la otra parte es responsable, la parte empresarial, que cuida cada peso porque a ellos les importa ganar y ganar, ni repartir. Y menos si la parte obrera exige una indemnización justa.

Ya basta de bloqueo carreteros, pero también, ya basta que los industriales estiren y aflojen la cuerda pichicateando su dinero a los ex obreros.

Porque estos andan hablando con las piedras, con los mamuts y con los elfos y gnomos nocturnos.

Ya los ex obreros están desesperados pues no ven el día en que llevarán comida a sus casas.

 Bien, por hoy es todo, nos vemos en breve.

Posdata. - Hay una sustentada sospecha que las cosas iban muy bien en materia de negociaciones entre obreros e industriales. 

Hasta que ciertos grupos de políticos de MORENA y algunos funcionarios del gobierno federal metieron sus narices. 

Con hambre, era obvio que convencieran a los dirigentes del sindicato de obreros de la sección 103, haciéndolos servir su atención.

Fue en ese momento en que se desvió el caso, prostituyéndose en automático. 

Hasta hoy la STPS no ha tenido la autoridad para convencer a los industriales de que le paguen lo justo a los obreros. 

Ah, pero eso sí, en aras de perjudicar políticamente al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, algunos morenistas si se metieron para incendiar al estado y generar la impresión de que en Tamaulipas rige la anarquía. 

Es por tanto importantísimo abrir bien los ojos. 

Quizás Andrés Manuel López Obrador no está enterado del caso ni de la injusticia, pero es importante que se informe mejor. 

Marco Antonio Torres de León

Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en CUTM, laboró en diarios como El Sol de San Luis. Inició en el diario La Opinión de Matamoros como reportero de deportes. Posteriormente trabajó como reportero de información general en Expreso de Mante en 1999, en Noticias del Sur (hoy Cinco Noticias, El Signo de Mante, El Matutino)

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