Nunca el mundo se imaginó los efectos desbastadores   de esta desconocida y mortal pandemia conocida como Coronavirus y bautizada como Covid 19, así como sus efectos catastróficos en la humanidad de este planeta.

Lo ha citado la Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y el líder de la Agencia de Refugiados, Filippo Grandi, en un mensaje conjunto a la humanidad, en el que señalan “que cómo respondamos a esta crisis ahora, sin duda dará forma a esos esfuerzos en las próximas décadas.”

Y hablar de arrojos para mitigar esta enfermedad, México está haciendo grandes esfuerzos a través de autoridades, sean federales, estatales o municipales, particularmente en el ámbito de la salud, pero hay otras innumerables y centrales actividades que se precisa atender con urgencia y una de ella es la EDUCACION.

Formación donde millones de niños en educación primaria y secundaria están sobrellevando esta crisis maligna al recibir sus clases a través de una computadora, tablet y hasta un celular para proseguir sus estudios sin interrupción y no perder el año lectivo.

Como sabemos, la red de contagios ha sido exponencial, motivo por el cual las autoridades educativas decidieron cerrar los centros de enseñanza, originando que los educandos permanezcan en casa, para evitar contagios que pongan en peligro sus vidas y así hacerles llegar las materias asignadas a su grado de instrucción.

Debido al cierre de escuelas, oficinas y negocios a raíz de la contingencia por el nuevo coronavirus (COVID-19), padres de familia, docentes y alumnos se encuentran tratando de adaptarse a la nueva “rutina” y los retos que implica aprender en línea.

Ante este escenario, es muy importante que los padres y maestros se mantengan en constante comunicación y encuentren la mejor manera de que sus hijos continúen aprendiendo desde casa.

¿Alguna vez pensamos en esta posibilidad?  Lo innegable es que nunca imaginamos que algo así pudiera ser factible, desafortunadamente el contexto en el que estamos viviendo, no nos da otra opción para enfrentar una contingencia como lo es la cuarentena obligatoria.

 Quienes han navegado por esta modalidad en cursos de licenciatura y otros, comentan que la metodología de las clases virtuales es distinta a la asistencia presencial a las aulas.

La principal diferencia es la forma de interacción. Se aprende hacer uso de diversas herramientas digitales para comunicarse y aprender, lo cual se capacitará aún más para hacer frente a los retos de la actualidad. 

En fin, creo que el esfuerzo para superar estos desafíos vale la pena porque se observa el interés para que la educación no se detenga y niños y jóvenes sigan su formación en línea, que seguramente será una experiencia que al paso de los años, ellos lo contaran como una anécdota que salvo su año escolar.

Tito Reséndez Treviño

Licenciado de Derecho por la UNAM

Diputado Local 1984-1986

Presidente Municipal de Victoria 1987-1989

Director de la Biblioteca Marte R. Gómez