ANONIMOS

A través de los medios de comunicación, televisión, periódicos, radio y redes sociales, la sociedad mexicana se entera de la gran, noble y arriesgada labor profesional y humanitaria que ejecuta  el  personal médico que atiende sin desmayo  las  24 horas  la pandemia del Covid-19, en los hospitales del país, ello a costa de su propia vida como lamentablemente  ya  lo hemos visto.

Y es así, que el aplauso unísono de la sociedad en general hacia la entrega y solidaridad de los médicos, enfermeras, paramédicos, camilleros y de todo el personal hospitalario que apoya en la atención de las personas contagiadas por el virus se deja sentir a lo largo y ancho de nuestro país.

De todos sabido, trabajando con lo que pueden y poniendo en riesgo su salud, los doctores, enfermeras y personal sanitario, son los verdaderos protagonistas ignorados del desafío más grande que han enfrentado México y todos los pueblos del planeta con esta venenosa infección. 

Todos ellos han surgido como las figuras anónimas, que exponen su vida a cada instante

 y no dan pausa al cuidado de los contagiados de esta terrible peste china, y que se ha enseñoreado en el país, en muchos casos en condiciones precarias de equipamiento, atendiendo a las personas contagiadas, salvando muchas vidas al constituirse en el primer ejército de batas blancas al frente de esta compleja y desigual batalla. 

En Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Tampico y otras entidades municipales del Estado, médicos, enfermeras y camilleros, han sido víctimas mortales de este terrible virus.   Ellos son auténticos profesionistas, y que en el caso médico dieron fe, cumpliendo con el juramento de HIPOCRATES, ofrendado su existencia en el cuidado y salvaguarda de vidas que han estado y lo siguen estando a su cuidado.

El virus sorprendió a nuestro país inmerso en una previa crisis del sistema de salud, que data de varias décadas, y que se refleja en compra irregular de medicamentos, carencias de todo tipo, actos de corrupción, hospitales abandonados y la inviabilidad en los servicios por falta de recursos humanos y materiales, que han dificultado la atención del personal médico de tiempo atrás.

Todos los días vemos en la paginas de periódicos digitales, escenas donde las personas hospitalizadas son tratadas con gran profesionalismo médico, entregándoles a sus pacientes todo su conocimiento para salvarles la vida regresándolos sanos y salvos de esta desbastadora pandemia que ha arrasado a nuestro país.

Lo citamos en párrafos anteriores, la pandemia sorprendió a México y a su sistema de salud, habida cuenta   no estar preparado para una fatalidad tan grave como la que estamos padeciendo, no contando con los elementos esenciales médicos para combatirla, empero, la batalla se está dando y corresponde a la ciudadanía comportarse con responsabilidad al atender las medidas de seguridad que permita evitar este peligroso contagio y así, salvar sus vidas

 Y sobre el particular,  necesario es decirlo, médicos, enfermeras y trabajadores de la atención sanitaria dependen de equipos de protección personal para resguardarse  a sí mismos y a sus pacientes y evitar infectarse o contagiar a otras personas”, señala un documento de la OMS, recomendaciones   para que el gobierno federal  a través de los órganos que correspondan, atiendan esta medida sanitaria que la OMS está  reportando como esencial para salvaguardar tanto vidas de pacientes como del personal hospitalario.

Gracias a todos los médicos y personal hospitalario por su increíble sacrificio.

Tito Reséndez Treviño

Licenciado de Derecho por la UNAM

Diputado Local 1984-1986

Presidente Municipal de Victoria 1987-1989

Director de la Biblioteca Marte R. Gómez