Nadie los defiende.

Su estatus laboral es tan volátil como el estado de ánimo de sus superiores.

Pueden durar tres o cuatro meses trabajando, pero sin percibir sueldo y al final sólo les anuncian que están despedidos.

Continuamente eso ocurre en la subdelegación de programas sociales del Gobierno Federal, con sede en El Mante a cargo del impredecible Pedro Castillo Ríos.

Lourdes C. quien fuera “Servidora de la Nación”, se enteró que ya no prestaba sus servicios en esa dependencia, luego de dos meses de trabajar sin recibir su paga, creyó que la tardanza en su sueldo era por trámites burocráticos, de hecho, es casual que los sueldos de los “servidores” lleguen con retraso.

A Lourdes nadie le había notificado que habían prescindido de sus servicios. Luego se enteraría que una expriista y expanista de nombre Marlene, ocuparía su lugar.

Se tiene registro de al menos diez casos en los que “Servidores de la Nación” han sido despedidos sin mayores explicaciones: “No nos dan argumentos, sólo nos dicen que tenemos que dejar la oficina porque el contrato venció o porque son disposiciones del Delegado Federal en Tamaulipas, José Ramón Gómez Leal”, explica Adán, un excolaborador de Pedro Castillo Ríos.

Los “Servidores de la Nación” son maltratados, su trabajo no está bien regulado, habitan en la delgada línea de la informalidad, asunto que personajes como JR y Pedro Castillo toman con ventaja para deshacerse de quienes no son afines a sus proyectos políticos.

En Xicoténcatl y Antiguo Morelos, han surgido casos de trabajadores del gobierno federal que fueron echados a la calle sin mayores explicaciones; se quedaron sin recibir indemnización e incluso salarios y cuando buscan dialogar con Gómez Leal, simple y sencillamente son ignorados.

“Los Servidores de la Nación, somos espiados, vejados, utilizados para fines políticos, no tenemos horario de salida, y estamos a merced de jefes caprichosos como Pedro Castillo Ríos, que si no le caes bien te corre y pone a su familia o amigos en tu lugar”, sostiene Manuel N. un exempleado.

No es la primera vez que surgen quejas contra Pedro Castillo Ríos, cuya labor deja mucho que desear en favor de las familias de El Mante y la región. Pedro nunca ha estado cuando la ciudad lo requiere como fue en las recientes lluvias que se registraron recientemente, el personaje se escondió a la petición de los afectados para que los ayudara, igualito que su jefe José Ramón.

Caer en manos de Pedro Castillo es estar sumergido en caprichos. No hay garantía de nada.

Los Servidores de la Nación sigue siendo objeto de desprecio por quienes dicen proteger a la gente. Hipocresía, le llaman.

LA MANO QUE MUEVE LA CAMPAÑA CONTRA COMAPA

Desde la 4T se mueven los hilos.

Cobijado en cuentas anónimas, azuzando a medios y patrocinando campañas de desprestigio en contra de la Comisión municipal de agua potable de El Mante, buscando mermar al gobierno de Mateo Vázquez Ontiveros, algunos personajes allegados a intereses políticos de Morena, arrecian un odio feroz en contra del gobierno panista.

No tienen vergüenza. Al menos un personaje que ha sido ligado a esos “movimientos ciudadanos” tienen cuentas pendientes con la COMAPA MANTE, declara en quiebra hace algunos años cuando se determinó que el daño patrimonial ascendía a más de 120 millones de pesos.

Bajo el manto de la impunidad derivado del desinterés oficial por llamar a cuentas a todos los involucrados, algunos exgerentes pretender hacer mella en contra del gobierno que preside Mateo Vázquez Ontiveros, y han aprovechado irónicamente al organismo que dejaron moribundo, para atacar de forma despiadada.

Las voces de organismos comerciales y del ayuntamiento que en su momento encabezó Juan Francisco Leal Guerra, para que se investigara hasta sus últimas consecuencias a los responsables nunca halló eco y hoy los responsables del daño a las arcas siguen campantes e incluso dándose el gusto de promover las campañas.

La lucha contra la corrupción perdió su batalla al menos en lo que tiene que ver con la Comapa, cuyo daño sigue mermando el funcionamiento, pese a la efectiva gestión de quien fuera el Gerente Marco Antonio Mota Turrubiates (QEPD), cuya labor salvó del colapso al organismo.

No se vale el borrón y cuenta nueva para quienes abusaron de los recursos de la Comapa, y ahora desde la comodidad de sus casas propaguen e inciten a la ciudadanía a volcar sus quejas en contra de un organismo que se dañó, pero que valerosamente sigue funcionando.

Gastón Espinoza
Es egresado de la facultad de Derecho y Relaciones Públicas, donde obtiene el título de Licenciado en Relaciones Públicas por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Además realizó diplomado en Mercadotécnica.
Desde hace nueve años es autor de “Posdata” que se publica en medios electrónicos de Ciudad Victoria, Tampico y El Mante.
Ha sido director de Comunicación Social en algunos ayuntamientos de la región cañera, así como jefe de prensa de varios candidatos a puestos de elección popular.
Además dirige un negocio dedicado a la edición e impresión de periódicos y revistas en El Mante.