Llegó con vómito y temperatura.

Era el 10 de septiembre y Adriana Gaspar Alonso, del ejido "El Abra", ingresó al Hospital General en El Mante.

Tras algunas penurias y viendo que el dolor no cesaba, fue intervenida quirúrgicamente el 18 de septiembre.

El Cirujano Abel Gómez Gómez, fue el responsable de la operación. Luego de dos días de fue dada de alta.

Adriana creyó que el mal había terminado.

Lo cierto, es que la pesadilla apenas comenzaba.

Al acudir días después a una evaluación con el médico Abel Gómez, y tras unos rayos X, el galeno le recomendó que se realizara una endoscopia porque que traía otra piedra, pero que era muy riesgosa la cirugía y que no le garantizaba que saliera viva del quirófano.

"Me pidió que hablara con mi familia para saber si me arriesgaba a que me operaran otra vez en el Hospital General con el peligro de perder la vida o que fuera con él para darme el pase y acudir al "Praga" para operarme pagando 17 mil pesos.

Y lejos de encontrar el apoyo en el Director del Hospital General en El Mante, Miguel Ángel Merinos, sólo hallaron indiferencia. "Si eso les dijo el Doctor, eso es lo que tienen que hacer", fue su seca respuesta.

La primera preocupación de Mauricio Sánchez Contreras, fue juntar ese dinero para la operación de su mujer. Su jornal no daba para ello, por eso cambió de trabajo para darle el Seguro Social a su mujer y una nueva esperanza de vida. Tuvo la fortuna de toparse con el Doctor Juan Francisco Leal y el Doctor Luis Adrián Vera, Director del Hospital, quienes entendieron su preocupación y le regresaron el optimismo.

"Ellos nos dijeron que la operación no era tan peligrosa como nos habían dicho el Doctor Gómez, que en sí toda operación es peligrosa, pero que confiara en ellos y así fue", relata

Se pusieron en manos de ellos y la operación fue un éxito. Hoy tiene el ánimo de relatar su mala experiencia en el Hospital General, con un médico que la espantó y le propuso irse a un hospital privado...el médico le había puesto precio a su vida 17 mil pesos.

Por otro lado, se siente agraciada de haber encontrado la mano generosa del Doctor Leal y del Doctor Vera: "Me atendieron bien, si no fuera por ellos no estuviera aquí platicando con usted".

Lamentan que hayan médicos que no se tienen el corazón para ganarse unos pesos. "Nos pusieron entre la espada y la pared, porque no teníamos ni tenemos ese dinero. Eso es lo que nos duele, que haya gente que vea el dinero por encima de lo que debe ser su profesión".

Lo cierto es que a diario se escriben historias como la de Adriana. Médicos que lucran, chantajean, asaltan y atentan sin piedad contra cientos de pacientes que no tiene otra opción que confiar en ellos. Los Gómez, los Arturos, los Rigoberto, escriben continuamente historias de esa naturaleza, usando su trabajo en el Hospital General, o el Instituto Mexicano del Seguro Social, para sacar ventaja de su consultorio particular o de su clínica privada.

Los de bata blanca, olvidan su juramento: "Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí. Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica".

Hoy los de bata blanca y antifaz olvidan sus raíces, su gente; privilegian el dinero, el embute, "el chayote".

No se vale medrar con la salud de la gente.

REVANCHISMO EN CENTRO DE SEGURIDAD

Son las 11 de la mañana y el viento sopla frío.

Y don Bernardino Juárez Ledezma, se apresta a entrar a las oficinas del Centro de Seguridad Social en El Mante.

Don Berna, es un jubilado del IMSS y necesita realizar un trámite y entregar un encargo a una persona que labora en ese lugar.

La sorpresa llega cuando el guardia del lugar le prohíbe la entrada. El vigilante se pone frente a él impidiéndole el paso: "No puede entrar por órdenes de la Directora".

-¿Por qué razón? -pregunta el jubilado.

El uniformado sólo atina a mover la cabeza negando la respuesta.

Lo cierto es que se trata de una vil venganza de la actual Directora del Centro de Seguridad, Isabel Cristina Herrera, quien ocupa ese lugar sin los méritos para llegar ahí, pues no fue necesario la convocatoria ni tener la antigüedad para ocupar dicho cargo, además de contar con una ficha negativa como responsable de la guardería.

Como Directora, Cristina se ha dedicado a hacerle la vida imposible a los trabajadores del lugar y ahora, por capricho, le da por impedir la entrada al personal que dejó toda su vida en el Instituto Mexicano del Seguro Social, solamente por el lazo familiar con personas identificadas como "rivales políticos".

Nada sorprende ya de la gente de Pedro Luis Ramírez. Hacen cada cosa, cometen cada error, cavan su propia tumba.

Hoy le tocó conocer el rostro del odio a don Bernardino.

A la Directora poco le importó dejarlo a la intemperie, expuesto al frío. Primero estuvo su satisfacción personal como aliada de Pedro Luis.

Lamentable.

PD: Sobra decir que a don Bernardino no solemnemente le prohibieron la entrada al Centro de Seguridad, sino que le pidieron que saliera de las instalaciones. La Directora ordenó cerrar las puertas mientras se llevaba al cabo la entrevista.

Gastón Espinoza
Es egresado de la facultad de Derecho y Relaciones Públicas, donde obtiene el título de Licenciado en Relaciones Públicas por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Además realizó diplomado en Mercadotécnica.
Desde hace nueve años es autor de “Posdata” que se publica en medios electrónicos de Ciudad Victoria, Tampico y El Mante.
Ha sido director de Comunicación Social en algunos ayuntamientos de la región cañera, así como jefe de prensa de varios candidatos a puestos de elección popular.
Además dirige un negocio dedicado a la edición e impresión de periódicos y revistas en El Mante.