Dentro de mi labor como comunicador social, tuve la oportunidad de conocer a Rosario Robles y parte de su equipo, hoy atrapados en el laberinto legal del probable caso de fraude millonario al erario público conocido como la “Estafa Maestra”. En ese momento, me pareció una mujer aguerrida, echada padelante, con un sentido muy especial de la política.

También debo comentar que su trato en el corto era el de una señora en toda la expresión, en la operación de sus labores (tal vez por la propia naturaleza de ellos en algunos casos) era algo silvestre, con frecuencia escuchabas de ella palabras altisonantes, que también hay que decirlo, se le daban, era oportuna para expresarlas.

La detención de Rosario pone a prueba el sistema de justicia mexicano, sin afirmar que es culpable, creo que falta mucho para que se escriba la última palabra en este caso, lamentable para los involucrados, pero fascinante por todo lo que ello conlleva, por las circunstancias que presenta, por las variables legales propias y detalles del caso.

Un aspecto fundamental que estará en juego y dejará precedente para la clase política actual es la “responsabilidad”, cuando un funcionario deja su lugar a otro, como debió ser el caso de Rosario Robles a José Antonio Meade, se realiza una entrega – recepción donde se da parte de todo, y esta, por el propio nivel (una Secretaría de Estado) debió llevar copia al expresidente Enrique Peña Nieto.

¿Ese documento (si contenía la información del presunto desfalco) puede considerarse como prueba para implicar a José Antonio Meade, o al propio expresidente? la respuesta será una prueba de fuego para el sistema de justicia, y sin lugar a dudas, más de un funcionario debe estar revisando con lupa lo que recibió, para no verse envuelto en un futuro en algo similar.

Rosario Robles es apenas el prólogo de gran historia que pone en el aparador de la opinión pública a la administración federal anterior, a la actual, al propio desempeño del sistema de justicia, a un importante número de exfuncionarios y actuales, de donde saldrán un sinnúmero de situaciones que pondrán a prueba la lucha contra la corrupción, una de las banderas por la que los mexicanos votamos.

José Manuel Flores M.

Comunicologo

Ha colaborado en distintos gobiernos.

Actualmente es vocero en la Secretaría de Educación Pública.