Con las elecciones del primero de julio, surge una interrogante en la mente del ciudadano común, que no creo en su politización y menos en el significado de la democracia.

¿Cuál será el destino de nuestro sistema de partidos. El PRI y el PAN andan sin brújula, René Juárez se fue pando con la diputación pluri que le dieron y Ricardo Anaya, fracazó en su intento de ser presidente.

El triunfo de Morena en las urnas, en las pasadas elecciones presidenciales con la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las urnas, obliga al PRI y el PAN, reinventarse.

No sé, si para bien o para mal, si creo en un verdadero cambio de hacer política. Las alternativas nunca serán las mismas, hay que aceptar que la mayoría de la gente así lo decidió.

La mayoría de la gente, al mirar hacia atrás e identifica el oscuro origen de los partidos más antiguos en México el PRI y el PAN, partidos fallidos que no cumplieron con su plataforma de principios.

Han sido tantas las decepciones sexenales en la vida del pueblo de México, que no logra identificar el momento en su vida, de un cambio democrático, y de que su vida cambiara para bien.

Ya sea por accidente o por la buena intención del político en turno que llegará al poder. Que lograra significativamente el desarrollo de “un pueblo con hambre y sed de Justicia, (parafraseando a Luis Donaldo Colosio).

La llegada de Andrés Manuel López Obrador, a la presidencia de la República, ofrece un escenario para una importantísima transición y modo de pensar, para los liderazgos de los partidos con registro.

Seguir adelante desde el punto de vista tradicional que ya no funciona, o bien utilizar nuevas estrategias que exigen estos tiempos de globalización,

Ser sinceros en su prédica, de Anaya y Meade, de desear para México y su gente un despegue acorde con la globalización que exige desarrollo tecnológico y de bienestar para su gente de cada nación libre de dictaduras y otros males de la humanidad.

Lo cierto, que tanto el Partido Revolucionario Institucional, como Acción Nacional y de la Revolución Democrática (PRI-PAN-PRD). No las traen todas consigo, falta liderazgo que “enderece el barco”

ALCALDES PRIISTAS EN TAMAULIPAS

Pero, si hablamos de política en Tamaulipas, el PAN, confirmó su supremacía, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, gobernará con la mayoría de alcaldes de su partido.

Aun cuando el fenómeno López Obrador, le quito algunas posiciones, no le harán mella, al fin y al cabo, él será el de la decisión en cuanto a recursos para cada uno de los municipios en Tamaulipas.

Por lo que se refiere a los alcaldes priistas, de municipios importantes, como Matamoros, Victoria y Tampico.

Jesús de la Garza Díaz del Guante, Oscar Almarás Smer y la maestra Magdalena Peraza Guerra, siguen trabajando en bien de sus gobernados en cada municipio, aun cuando no se les dio su reelección redoblan esfuerzos.

Benito García Islas

Nació en Matamoros Tamaulipas en 1938, su preparación académica universitaria, fue breve, su carrera de comunicador, lo aprendió en las redacciones de varios periódicos, ahí aprendió los diferentes géneros del periodismo.
Desde sociales, en aquellos gloriosos tiempos, de directores gruñones y enérgicos,  formaron profesionales del periodismo, con bases firmes y honesto, aún aspirante a reportero, lo enviaba a la fuente policiaca, que no era tan peleada como ahora, por los estrellitas de redacción.
Su carácter de aventurero, lo llevaron a trabajar en la redacción de El Mañana de Reynosa, en Matamoros, en la radio XEAM, en Tampico colaboró con el periódico el Mundo, ya desaparecido.
En Victoria, nuestra capital, llega en 1984, año en que se fundó el periódico La Verdad de Tamaulipas a la plantilla de sus reporteros, después de un año, ingresó al Diario, llegó al  Gráfico, al Expreso  y nuevamente regresó a la Verdad, dos veces más, ahora ocupa el puesto de jefe de corresponsales, en  el mismo periódico La Verdad de Tamaulipas.
En su prolija carrera se ha conducido con objetividad, serio y honesto en su quehacer como columnista y articulista, el respeto de la sociedad para este profesional del periodismo, se lo ha ganado a pulso, la honestidad es legado (la herencia), invaluable que deja a sus hijos y nietos y ahora una bisnieta.