Hace ya más de un año, escribí lo que a continuación reescribo; Acaban de pasar las elecciones federales, donde MORENA y López Obrador arrasaron en las urnas; Fue una elección donde el pueblo se volcó masivamente en las urnas, y opto por un viraje total, absoluto, por darle oportunidad a quien desde el 2004, cuando decide competir por la elección presidencial del 2006, se encuentra en campaña; Quizá ha sido el presidente electo que más contacto ha tenido con la ciudadanía, con los estratos más golpeados de la sociedad; Quizá por lo mismo, tenga un mayor conocimiento de las necesidades de la población, de que le duele, de que es lo que golpea su bolsillo, de donde están las fallas en educación, en salud, en comunicaciones.

Pero, el infaltable pero, no podemos y no debemos dejar en sus manos y en las manos de quienes han sido electos, nuestro futuro como sociedad; Debemos empezar por generar en nosotros mismos y en el entorno cercano el cambio que tanto anhelamos; debemos exigirles a aquellos que casa por casa nos pidieron nuestro voto, a que nos informen ANTES de cualquier decisión que nos pueda afectar, ya sea el alumbrado, la pavimentación, la remodelación de calles o la construcción de un nuevo estadio; A los diputados electos, que tan activos se vieron, a que hagan reuniones periódicas en zonas del distrito por el cual fueron elegidos, donde la ciudadanía pueda expresarles sus necesidades, no que bajen recursos para embellecer el 17 o mal ampliar la calle 8 en la zona comercial; Reescribo lo siguiente sin saber que AMLO proponía la cuarta renovación de la Republica, no porque crea que soy adivino ni mucho menos, ni por querer subirme a un caballo que estuve lejos de apoyar; Lo hago porque, como ciudadano, considero necesaria alzar nuestra voz, hacer nuestra parte y dejar de ser el clásico personaje que se queja de todo pero se niega a construir su parte; Hagamos nuestra parte y lo que venga será una consecuencia de nuestros actos

“Se requiere una revolución, un movimiento que rompa paradigmas, que valore primero al ser y a su capacidad de mejorar su entorno, sea rural  o urbano; se requiere escuchar y ser escuchado, saber y entender que no se conoce todo y no se posee la verdad absoluta; Esta no existe, ya que habría que pasarla por el tamiz de las diferentes necesidades que tiene un ser humano, con el entorno que lo rodea y con la sociedad de la que se nutre y que a su vez, nutre.

Algo me paso hace cuatro ya casi cinco años; Quise cumplir un sueño que era el estudiar Historia; lo hice, lo pude cumplir, pero en el trayecto conocí a personas valiosas, maestros míos que venían de estratos sociales distintos al mío; Gente con valor que lo mismo fue guerrillera/activista política, que promotora cultural, periodista que maestro normalista y político, hoy ya Doctores en Ciencias Sociales o en Historia, todos con el compromiso moral de dar lo mejor de sí, de ellos, por la academia universitaria. Les debo, porque ellos hicieron que Yo aprendiera a Pensar, no como un niño que piensa en como satisfacer sus necesidades básicas, sino como una persona educada que se da cuenta que el pensar duele, porque nos separa de la manada conformista, aquella que espera con ansia el sábado para ver el futbol, comer un asado y tomarse unas cervezas; De aquella manada a la cual la televisión le dice que comer, como vestirse, que teléfono tener, aunque debas más de lo que ganas y no traigas calzones decentes o no les des una educación adecuada a tus hijos.

Y es aquí donde insisto: Se requiere una revolución, donde miremos primero por nosotros y nuestra sociedad, antes de que sigamos pensando y reaccionando a través de estereotipos que otros traten de vendernos; ¿Queremos acabar con la inseguridad? Eduquemos a nuestros hijos y que entiendan la diferencia entre el bien y el mal; ¿Queremos mejorar nuestro entorno? Sembremos un árbol, tengamos limpia nuestra calle, no tiremos basura, reciclemos lo más que podamos; ¿Queremos mejorar nuestra alimentación? Trabajemos en ello, tengamos un huerto, cuidemos de unas gallinas, engordemos unos pollos, compremos menos comida chatarra, eduquemos a nuestros hijos en sus hábitos alimenticios-

¿Queremos un mejor gobierno? Seamos mejores ciudadanos, en el sentido amplio y estricto de la palabra; Según el RAE, Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes, y agrego, aquella persona que tiene el derecho a cuestionar a quien eligió como sus representantes acerca de las políticas diseñadas para generar una mejor convivencia ciudadana y una mejor expectativa de vida familiar, social, económica, alimenticia, de salud, laboral y educativa

Hace falta una nueva revolución, que sea pacifica, que mueva conciencias y formas de ser y de pensar, que sea de abajo para arriba y viceversa, que nos involucre a Todos, que realmente queramos ver a este país como debió ser siempre”.

Se los dejo de tarea; Si no, en 6 años seguiremos culpando al gobierno y esperaremos entonces que quien se presente a las nuevas elecciones federales, estatales y municipales, nos arregle el embrollo que nosotros nos negamos a tratar de arreglar

Editorialista en HOYTamaulipas