O limones, sorgo, soya; Al parecer en Tamaulipas y en algunas partes del  País, la tendencia agropecuaria se orienta a la producción de limón, necesario en la industria refresquera, sorgo y soya, necesarios en la industria de la producción de alimento para ganado, mientras tenemos que importar frutas, verduras, huevo, pollo, de otras entidades e incluso del extranjero; Ya ni hablar de leche, porque los escasos hatos lecheros del estado, si es que existen aún, están orientados a la producción de quesos, más que a surtir el producto en su forma líquida.

Se festina hoy sábado 4 de marzo, la gran inversión que se hará en el campo de extracción de aguas profundas denominado Tritón, cuando hace un par de meses se nos dijo que la gallina de los huevos de oro, el petróleo, había sido exigida tanto, que se había acabado con ella; Y es bueno que se festine, siempre y cuando la inversión genere trabajo a mexicanos, bien remunerados, e inversiones que vayan más de los titulares de los periódicos, dejando infraestructura, especialmente portuaria, que pueda ser utilizada en otras áreas de comercio internacional.

¿Y porque tragar petróleo? La balanza comercial agropecuaria se encuentra totalmente a favor de  las importaciones, superando por mucho las exportaciones del sector agroalimentario, creando una dependencia del exterior superior al 60% de las necesidades alimenticias de los ciudadanos de este país. Cuando entendamos, sobre todo, aquellos que diseñan las políticas públicas que afectan a la actividad agropecuaria, que existen más de 120 millones mexicanos que diariamente deben realizar tres comidas al día y que se gastan millones de dólares al año en comprar comida del extranjero, quizá veamos un cambio, y se empezara a invertir en núcleos de producción cercanos a los centros de población, fomentando los mercados locales, con un costo mínimo de transporte, tratando de minimizar perdidas por manejo, llevando a todos los segmentos de la población alimento fresco y saludable.

Porque maneras hay; Nada más en el Ejido Tierra Nueva existen 10 hectáreas de parcela escolar abandonadas, a tan solo 10 km de la capital, con acceso todo el año, con acceso a luz y agua, mismas que pudieran ser utilizadas en la producción de hortalizas, o de huevo, pollo, o algún otro producto, lo cual generaría trabajo y se estaría produciendo a tan solo escasos minutos de un mercado potencial superior a los 300 mil habitantes; Por supuesto que hay que desmontar y habilitar las hectáreas, y por supuesto que hablo tan solo de un ejido, existiendo en Ciudad Victoria, 42 comunidades ejidales, mas, que bien podrían aportar cerca de 400 hectáreas más; ¿alcanzan a ver y comprender el potencial agropecuario desperdiciado?

Porque el petróleo no se puede comer, pero si genera divisas que bien podrían invertirse en campos de producción agropecuaria, tratando con ello de inclinar la balanza comercial agropecuaria a nuestro favor y no depender de los mercados externos de una forma tan brutal e irresponsable como se depende hoy.

Por cierto, la audiencia aún no se ha dado

Acuso recibo de tu correo Humberto Canales; Saludos

Sígueme en Facebook/Hablemos del Campo en Tamaulipas

Editorialista en HOYTamaulipas