Arranco el sexenio y las sorpresas que se están llevando los nuevos funcionarios, no tienen comparación, a los relevos que de daban en sexenios anteriores; Al ser hijos de la misma madre, podía haber divergencias, vendettas menores, algunos defenestrados bajo la amenaza de ir a la cárcel y uno que otro desdichado que pago con cárcel alguna osadía o mal entendido político, pero hasta ahí; no se analizaba a fondo las cuestiones que realmente importaban, al fin que en muchos casos quienes se iban eran, de una manera u otra, socios de quienes llegaban.

Pero en la Secretaria de Desarrollo Rural, han arribado nuevas caras, gente que no estaba ligada a la administración anterior, gente que al parecer no tiene ligas políticas o de amistad con quienes ocuparon las distintas áreas de esta secretaria; Se han acercado ya a la representación federal que representa al campo, y al parecer, ambas dependencias han demostrado sobriedad y entusiasmo por trabajar de manera conjunta en bien de quienes menos tienen.

Y a contados días de la nueva administración, algunos que llegan o quizá algunos que se fueron, pusieron en la mesa de debate y sujetos a ser investigados a ese cáncer prohijado por años, a cambio de un supuesto acarreo de votos, que se hacen llamar pomposamente “líderes agrarios”. Es de vergüenza y pena ajena ver a estas personas, llegar en vehículos de lujo, en caravanas, corriendo por caminos de terracería levantando polvo, para reuniones con campesinos sedientos de justicia y de dejar de ser engañados por quienes, aprovechando su labia y el desconocimiento de la mayoría de los campesinos, de las reglas de operación de los distintos programas, pueden fácilmente sorprenderlos, abusando de la buena fe de quien requiere un apoyo para mejorar en algo su situación económica.

Esperemos que los vientos de cambio alejen cual huracán a esas lacras que han hecho de los menos favorecidos su modus vivendi, amasando fortunas, siendo incapaces, como lo son, de ensuciarse las manos y sudar la gota acompañando a los campesinos en su duro quehacer diario.

Por otro lado, y cambiando diametralmente de tema, se prevé un incremento en el consumo de carne de pollo en los próximos años a nivel mundial; Esta es una oportunidad que Tamaulipas no debe dejar pasar; Existen las condiciones de clima, cercanía a centros productores de granos, mano de obra disponible y un mercado en el estado que supera los 3.5 millones de habitantes y que es quizá el momento de buscar el establecimiento de granjas avícolas en este estado; Somos estado frontera, libres de enfermedades avícolas y quizá el establecimiento de zonas productoras en distintas partes del estado pueda ser una de las claves para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de medio rural.

Porque la vida sigue, el show debe continuar, se debe investigar a quien se tenga que investigar, pero hay oportunidades y nichos de mercado que merecen ser atendidos, generando con ello riqueza y desarrollo que Tamaulipas necesita

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Editorialista en HOYTamaulipas