El título de esta columna pertenece a una antigua canción, autoría de Fernando Fernández, donde expone la necesidad de contar con un diccionario que incluya las palabras del amor, para que un joven enamorado pueda cantarle a su dama, canciones que le lleguen al alma y al corazón y así poder conquistarla; letras que evocaban el romanticismo con el que se trataba de conquistar el corazón de una mujer.

Pues asimismo, se debería de empezar a realizar y construir un diccionario, pero este que nos hable, perdón lo incisivo y recurrente del tema, de las necesidades alimenticias de cerca de 700 mil tamaulipecos que viven en pobreza alimentaria e incluir en él los temas y acciones que se pueden proponer para sacar adelante a estos tamaulipecos de la situación en que viven.

Temas que no se concreten a una despensa o aun tianguis alimenticio, mejoralitos momentáneos que a la larga hacen más daño, por la dependencia que se crea, que beneficio a la alimentación de las familias; Temas que vayan más apegados a la producción de alimentos de manera unifamiliar, enlazados a programas de asistencia económica, que premien la producción y la productividad en sus múltiples variantes, agrícolas, piscícolas y pecuarias, y castiguen el ocio, la apatía y la holgazanería, que provoquen que los jóvenes se quieran arraigar al campo y que vean en esta actividad una generación de ingresos que les permita vivir de una manera honesta; al establecimiento de centros de producción para surtir a los comedores comunitarios y a los desayunos escolares con productos frescos, de calidad, que aseguren un alimento que cumpla con las necesidades básicas de nutrición que permita a los niños mejorar su desempeño académico y físico; que permita a las mujeres embarazadas tener acceso a una alimentación de calidad que la ayude a llevar a buen término el embarazo y no tenga problemas posteriores para poder amamantar y criar sanamente a sus hijos; Que otorgue a esas mujeres y hombres de la tercera edad, que por infortunio u abandono, se encuentra hoy solos y carecen de una alimentación adecuada y que estos centros de producción sean generadores de mejoría económica y dispersadores del conocimiento productivo para los jóvenes y los niños.

Temas que hablen de la necesidad de una ley que obligue a los gobiernos federales, estatales y municipales, más allá de los vaivenes administrativos, a otorgar un porcentaje creciente para cubrir los gastos que se generen para capacitación y extensionismo, proveeduría de bienes y servicios, gastos administrativos para control, evaluación y seguimiento.

Temas que hablen de la necesidad de tener los perfiles adecuados de las personas encargadas de llevar a cabo las distintas tareas y encomiendas necesarias para llevar adelante estas arduas pero necesarias acciones en beneficio de los que menos tienen.

Temas que hablen de la necesidad de establecer directrices que den prioridad a proveedores tamaulipecos para ejercer los presupuestos de compra, ya que son recursos que se traen a Tamaulipas y que al contratarse a Tamaulipecos permiten la generación de empleos y derrama de beneficios a terceros.

Y este diccionario, no debería ser un tema tabú ni una utopía con afanes protagónicos y que se guarde como archivo muerto y sea letra abandonada; por el contrario, que sea letra de observancia obligatoria, que provoque un cambio en las actitudes, tanto de los funcionarios involucrados, como de los posibles beneficiarios; que la dependencia disminuya a través del esfuerzo de ambos actores y que podamos hablar, en algunos años, de éxito y disminución de pobreza alimentaria, de arraigo y productividad, de generación de conocimiento y dispersión de oportunidades, y que por fin veamos, acciones reales con resultados positivos.

No sé qué tan factible sea, pero de que es necesaria la construcción de un proyecto viable y sustentado, es imperativo para una entidad como Tamaulipas, rica en recursos y que es justo que esta riqueza alcance para tener una sociedad correctamente alimentada.

Y esperemos que este diccionario, evocando aquella melódica propuesta, sirva para conquistar y vencer en la lucha por ayudar a quienes carecen de los elementos básicos de alimentación.

Síguenos en Facebook/hablemos del Campo en Tamaulipas

Editorialista en HOYTamaulipas