Los años pasan y no vemos una respuesta estructurada a la problemática social que representa el campo, y en este caso específico, a los habitantes que menos tienen y que habitan en el campo tamaulipeco.

Se inyectan millones de pesos en proyectos fastuosos que en realidad están en pocas manos, se invierte en grandes bodegas o centros de acopio, que en lo general, están en manos de unos pocos, se entregan millones de pesos en tractores o trilladoras, que en general están en manos de líderes, o representan a supuestos grupos de campesinos, los cuales en su necesidad e ingenuidad, aportan su presencia y ciertos documentos, para que el equipo solicitado les llegue, y este permanecerá en el rancho de su líder, mientras ellos recibirán migajas.

Somos un estado eminentemente productor: lo mismo ganado de registro o de engorda, que sorgo, hortalizas, maíz, etcétera; Sin embargo el estado y los empresarios del ramo no han sido lo suficientemente sagaces, emprendedores o capaces de atraer inversiones, que no nos dejen únicamente como estado productor, producción primaria, sino que se cree la infraestructura necesaria para darle un valor agregado a nuestros productos  y sobre todo, que genere empleo en áreas donde la presencia de este se encuentra deprimida.

Esto entonces, la carencia de empleo que genere un ingreso decente y suficiente en la gente del campo y que se muestre como una alternativa de arraigo entre los jóvenes, provoca la constante derrame de proyectos asistenciales, loable esfuerzo, que muchas veces parecen ser como escopetazos al aire, dada la carencia de un plan rector estatal en el rubro, que logre conjuntar los esfuerzos de los tres niveles de gobierno para poder generar un impacto social en áreas determinadas y que sean, a través de empresas solidarias, el motor del desarrollo de aquellas familias que realmente estén interesadas en mejorar su situación familiar, económica y alimentaria.

¿Por qué de que sirve que Tamaulipas este entre los primeros 7 lugares en las tres áreas que mide la capacidad de aporte estatal al PIB Nacional, si la capacidad de generar riqueza no se refleja en el bolsillo de las mayorías? No se trata nada mas de crear parques estatales de invernaderos o grandes siembras de olivares donde los campesinos reciben un sueldo irregular, durante una época especifica; Se debe fomentar el esfuerzo individual, canalizándolo a través de empresas que quieran ser socialmente responsables, que acepten pagar lo que el producto vale y no nada más lo que las trasnacionales o los mercados de futuros indican.

Sabemos que Sedesol, SAGARPA, algunos municipios, la Secretaria de Desarrollo Rural Estatal y el Sistema DIF tienen sus programas, pero hasta ahora han sido incapaces de generar un avance ante la carencia de lo mencionando anteriormente, un plan rector que enfoque los esfuerzos a áreas prioritarias, que se dé la capacitación adecuada y el seguimiento pertinente y que se tenga una medición real del impacto social que estos programas y gastos están generando.

Porque nada mas en los cuentos de hadas, los cuales traen un significado oculto de trabajo, honestidad y solidaridad, moviendo una varita que emite polvo celestial, se logran avances sin mayor esfuerzo; No vivimos en el País del Nunca Jamás, ni somos parte del viaje de Alicia en el país de las maravillas; requerimos hacer el esfuerzo como sociedad y como gobierno para sacar adelante las carencias de aquellos menos afortunados en este estado prodigioso en capacidad de producción, muchas veces subestimada.

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Editorialista en HOYTamaulipas