Es tiempo de decir las cosas por su nombre; Con el cambio de administración, los ciudadanos esperamos que los funcionarios que arriben a la administración pública, tengan el perfil técnico y la experiencia de campo para entender las necesidades de la gente. Se dice que el primer acto de corrupción de una persona es aceptar un puesto para el que no está capacitado y aunado a eso, pensar que porque ha sido nombrado, posee, a partir de ese día, el conocimiento y tiene por ende, la autoridad para imponer su punto de vista, como si este fuera infalible.

Sigamos hablando en plata y específicamente del campo tamaulipeco, del desarrollo rural y de las necesidades de cientos, miles de tamaulipecos que habitan en zonas marginadas y que están hartos de ser utilizados como carne de cañón electoral. Los Tamaulipecos, y más los de a pie, están hartos de ver llegar a funcionarios que en su vida han tocado la tierra, sembrado una semilla o hayan visto una cabeza de ganado, hablándoles con un tono de autoridad y conocimiento como si fueran enviados del más allá. Es tiempo que los funcionarios a cargo de esa área se ensucien los zapatos, le entren a las reuniones informales donde la gente les pueda platicar sus carencias y ellos les puedan dar algún tip, consejo o capacitación sin necesidad de tener que concertar otra visita, o esperar a que tengan que traer un especialista después de meses a darles una respuesta que ya no será necesaria.

Porque parafraseando a un buen amigo, es tiempo que los profesionistas, sean profesionales; se avoquen a escuchar, ayudar y atender a quienes por circunstancias de la vida, se encuentran en situaciones de pobreza patrimonial y alimentaria y no es justo que aquellos a quienes se les paga un sueldo les den, como coloquialmente se dice, “una enjabonadita”. Porque sé que los agrónomos y veterinarios muchas veces no tienen la oportunidad de encontrar un empleo digno y de acuerdo a sus estudios, pero también me ha tocado ver que, ante la corrupción generada por sus jefes, se hacen al sistema y cumplen con lo mínimo indispensable para poder generar su informe y cobrar un salario que muchas veces no fue correctamente devengado.

Realmente ansió que la alternancia en Tamaulipas nos traiga más que el cambio de siglas y colores; Ansió que también lleguen profesionistas que le tengan cariño al estado y al trabajo que realizaran; Ansió que la improvisación quede atrás, porque estamos muy cerca del punto de inflexión, que en otros lugares del país ya se presenta, donde los ciudadanos confrontan fuertemente a los funcionarios incapaces e incumplidos. Ansió ver un mejor Tamaulipas, mas prospero, más fuerte, más sensible a las necesidades y requerimientos de sus habitantes. Porque ya no hay tiempo de seguir experimentando y permitiendo que gente sin conocimiento y sin escrúpulos siga jugando al experto

Porque en una de esas, no se adonde iremos a parar

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Editorialista en HOYTamaulipas