Soldados disparan a familia; mueren dos niños

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Militares del Ejército mexicano abrieron fuego con armas de grueso calibre contra una camioneta, donde viajaban 13 familiares, entre ellos 7 infantes, arrojando un saldo de dos niños muertos y dos adultos heridos graves.
 
También les lanzaron granadas de fragmentación cuyas esquirlas hirieron a los vacacionistas.
 
Las familias, originarios de esta ciudad fronteriza,  se dirigían a la playa de Matamoros para celebrar el Domingo de Pascua ó “Día de la Coneja”.
 
Las víctimas fueron los hermanos Bryan y Martín Almanza Salazar, de 5 y 9 años de edad, respectivamente.
 
Los heridos son Martín Almanza Rodríguez, de 30 años,  padre de los menores y Carlos Alfredo Rangel Delgado, tío de los mismos.
 
Los hechos ocurrieron la tarde del pasado sábado en un retén carretero cercano a Nuevo Guerrero, en la carretera nacional Nuevo Laredo-Reynosa-Matamoros.
 
Dos de los sobrevivientes, desde la cama de un hospital particular de esta ciudad fronteriza, narraron los minutos de terror, pánico y muerte que vivieron a manos de los soldados.
 
Empezaron a tirar, tirar y tirar
 
Martín Almanza Rodríguez, quien está a punto de perder el brazo izquierdo por impacto de bala, era quien manejaba una camioneta con 13 personas a bordo, entre ellos sus cinco hijos, su esposa y familiares.
 
Dijo que antes de llegar a Nuevo Guerrero se percataron de que había un retén militar, disminuyó la velocidad, bajó los vidrios de la unidad y pasaron frente a los soldados sin que éstos les marcaran el alto y cuando reanudó la marcha los militares les dispararon en la parte trasera del vehículo.
 
Los viajeros les gritaban que no dispararan, que había varios niños a bordo pero nadie los escuchó.
 
Asustado, bajó de la camioneta y echó a correr al monte para salvar la vida.
 
Varios balazos le impactaron el brazo izquierdo.
 
 Se refugió entre los matorrales y permaneció oculto, desangrándose.
 
 
 
“Mi hijo murió en mis brazos”
 
Su esposa, Cinthia Salazar Castillo, de 28 años de edad, viajaba en el asiento de copiloto, con su hijo Bryan, quien al escuchar los disparos bajó de la camioneta con su hijo en brazos corrió y una bala se impactó en el cuerpecito del menor.
 
“Mi hijo murió en mis brazos”, relató la mujer.
 
“La bala era para mí pero mató a mi hijo”, agregó.
 
“Fueron minutos de terror, de miedo, de coraje”, repitió una y otra vez.
 
“Fueron soldados, todos uniformados”, denunció la madre de familia.
 
“A uno de ellos, que me apuntaba con su arma le dijo que me matara, total que dos de mis cinco hijos ya estaban muertos”, refiere.
 
El auxilio
 
Cinthia dijo que los soldados no los auxiliaron y como pudo llegó a un rancho a pedir ayuda.
 
“Nos seguían aventando granadas”, recuerda.
 
La madre de familia aún presenta las huellas de las esquirlas en la cara, pecho y brazos.
 
Lo mismo ocurre con otros familiares, los sobrevivientes.
 
Asegura que unos soldados se les acercaron después y les pidieron disculpas.
“Yo para qué quiero las disculpas, las disculpas no me van a regresar a mis hijos vivos”, les contestó Cinthia.
 
Un ranchero la ayudo, localizó a su esposo desangrándose.
 
En la cajuela estaba el cuerpo sin vida de Martí, de 7 años.
 
Posteriormente una ambulancia los trasladó a un hospital de Miguel Alemán de donde fueron traídos a Nuevo Laredo.
 
Hospitalizados
 
En el cuarto 306 del Hospital de Especialidades se encuentra internado Martín Almanza Rodríguez, con el brazo izquierdo fracturado y punto de perderlo.
 
Enfrente, en el 307, está Carlos Alfredo Rangel Delgado, quien recibió varios balazos en las piernas.
 
Velan los cuerpos
 
Dos féretros, en color blanco, que contienen los restos de Bryan y Martín, son velados en la humilde vivienda número 1135 de la calle Esfinge, de la populosa colonia Los Colorines.
 
El Comité der Derechos Humanos “Grupo 5 de Febrero A.C” integra el expediente y presentará la denuncia penal contra los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional por el delito de homicidio y lo que resulte.