Sección: Tamaulipas / Reynosa
Viven padres deportados en Reynosa desesperación por recuperar a sus hijos
Celia Álvarez madre mexicana indocumentada fue separada de sus cuatro hijos luego de ser deportada a territorio nacional hace poco más de un año y ahora sólo refleja en su mirada y en su voz la desesperación que le invade por no estar cerca de sus cuatro hijos
24/12/2012 | Actualizada a las 13:19h
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Reynosa, Tamaulipas (Notimex).-
Celia Álvarez, de 32 años de edad, originaria del estado de Puebla, actualmente
está alojada en la casa del migrante de esta localidad, con la idea de reunir
el dinero necesario para pagar los servicios de un "pollero" que la
cruce nuevamente hacia Estados Unidos.
Esta joven madre mexicana indocumentada fue separada de
sus cuatro hijos luego de ser deportada a territorio nacional hace poco más de
un año y ahora sólo refleja en su mirada y en su voz la desesperación que le
invade por no estar cerca de sus cuatro hijos.
Anita, la menor de escasos 22 meses de nacida, fue
separada de sus padres en Estados Unidos y quedó bajo la custodia de
autoridades de protección al menor en ese país, aunque una semana después le
fue entregada a su madre.
Sin embargo, Celia Álvarez continúa con su viacrucis,
después de que sus otros tres hijos, de 10, 9 y 3 años de edad, permanecen en
Chicago, bajo el cuidado de otra mujer indocumentada, que también podría ser
deportada en cualquier momento.
Aunque sus hijos nacieron en territorio estadunidense y
aún son menores de edad, las leyes migratorias del vecino país no le permiten
estar a su lado, cuidarlos y criarlos, pues trabajó de manera ilegal en el
estado de Illinois.
La historia de Celia se repite en cientos de familias que
son separadas debido a los programas de repatriación que lleva a cabo Estados
Unidos y que en algunos entidades las leyes son más severas que en otros en el
tema de inmigración ilegal.
Las historias de padres que son deportados del vecino
país del norte a sus lugares de origen son constantes, se repiten diariamente a
lo largo de la frontera norte de México, en donde empieza la frustración, el
coraje, el dolor y la desesperación por recuperar a sus hijos.
Cada año, cientos de niños se quedan desprotegidos, sin
sus padres, lejos de sus costumbres, tradiciones y raíces, debido a las redadas
que realizan autoridades de migración estadunidense en los diferentes estados
de la Unión Americana, donde a través de programas buscan abatir el fenómeno de
la inmigración ilegal.
Los testimonios de padres que son separados de sus hijos,
sin importar edades, desde recién nacidos hasta adolescentes, son
interminables, pues cada día se tejen diversas historias.
El legislador, Carlos Solís Gómez, secretario de la
Comisión de Asuntos Fronterizos y de Migración del Congreso de Tamaulipas,
refiere que aunque no se conoce una estadística exacta sobre el número de
menores que son separados de sus padres, ésta supera los miles.
Refirió que de acuerdo con datos proporcionados por el
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, se desprende
que tan sólo en el primer semestre del 2012 han sido deportados más de 45 mil
padres.
Solís Gómez explicó que la mayoría de los menores pasan a
depender del sistema público de Estados Unidos, en donde se encargan de
buscarles una familia que los quiera en adopción, ya que ellos tienen derechos
por haber nacido en Estados Unidos.
Que en un alto porcentaje de los casos, en donde los
padres son deportados y sus hijos se quedan en territorio estadunidense, se
trata de personas de escasos recursos, sin preparación académica, que
desconocen que existen recursos legales a los que pueden apegarse.
"Un alto porcentaje de padres que son detenidos en
las redadas desconocen que existen recursos legales a los que pueden apelar
para no ser separados de sus hijos, y una vez que se encuentran detenidos poco
pueden hacer para encontrar una solución favorable y generalmente pierden sus
derechos de paternidad" dijo.
El legislador tamaulipeco agregó que de acuerdo con
estadísticas proporcionadas por el Centro de Investigación Aplicada,
organización de Nueva York, se desprende que al menos unos cinco mil niños
nacidos en Estados Unidos, hijos de padres ilegales, viven con familias
temporales, luego de que sus progenitores fueron repatriados.
Refirió que la cifra de familias separadas por los
procesos de deportación masiva de ilegales es creciente y constante, en donde
los menores terminan bajo la custodia de los departamentos de servicios
sociales y agencias de protección a menores quienes se encargan de darlos a
hogares temporales o incluso en adopción.
Finalmente, confió en que pronto se dé una reforma
migratoria por parte del gobierno norteamericano, en la cual no se permita la
separación de padres e hijos, ya que sólo propicia la desintegración de las
familias, cuando su único delito es buscar una menor condición de vida.
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