Altamira, Tamaulipas. - Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha logrado ubicar el punto exacto de una fuga de hidrocarburo que desde hace más de dos semanas afecta al Ejido Maclovio Herrera (Miradores) en Altamira.

Aunque personal de la empresa acudió al sitio e hizo varias excavaciones, no consiguió encontrar el origen del derrame, mientras que el hidrocarburo continúa escurriendo hacia dos presas rurales —una particular y otra ejidal— utilizadas por los habitantes para consumo, riego y abrevadero de ganado.

El comisariado ejidal, Carmelo García, expresó la frustración de la comunidad ante la falta de resultados por parte de la paraestatal.

“Ya vinieron ingenieros, abrieron pozos, buscaron el punto, pero no lo encontraron. El agua sigue negra y con olor a petróleo”, señaló.

En la superficie del agua se observa una gruesa capa de chapopote que impide su uso. Agricultores temen la pérdida de sus cultivos de plátano, guayaba y mango, mientras los ganaderos reportan que sus animales rechazan el agua contaminada.

Los habitantes recordaron que hace quince años ocurrió un incidente similar que dañó las mismas presas, sin que Pemex reparara los daños ni compensará a los afectados.

Las lluvias recientes habían devuelto la esperanza a la zona rural, recuperando los niveles de agua tras una prolongada sequía, pero el nuevo derrame ha encendido la alarma entre los pobladores.

“Antes no teníamos agua por la sequía, y ahora que hay, está contaminada. Queremos soluciones, no promesas”, expresaron los ejidatarios.

La comunidad exige la intervención urgente de las autoridades ambientales, la implementación de un plan de limpieza y un monitoreo constante, para evitar que el daño ecológico se vuelva irreversible.

oal/ie