Ciudad Victoria, Tamaulipas. - El diputado Edgardo Melhem Salinas, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Congreso de Tamaulipas, exhortó encarecida y urgentemente a la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) a no suscribir el Acta 330, que evidentemente viola “El Tratado sobre distribución de aguas internacionales entre los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos”.

Precisó que “constitucionalmente y por el propio Tratado, la CILA carece de facultades para acordar cambios al Tratado del 44”, pues advirtió que se pretende violar el acuerdo Internacional de Aguas, entregándose los volúmenes almacenados en las presas internacionales La Amistad y Falcón, lo que causaría un grave impacto a México y en especial a Tamaulipas.

El legislador priista señaló que es importante que el Senado de la República observe puntualmente su facultad constitucional excesiva consagrada en el Artículo 76 de nuestra Carta Magna, de “aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba, así como su decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos” ante la amenaza a nuestro país de suscribir una minuta que viola flagrantemente el Tratado de 1944.

En ese sentido dijo, es importante exhortar a la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas para que se abstenga de suscribir el acta 330 que perfila cambios en dicho Tratado, pues explicó que el pasado 30 de octubre, se tiene un rezago en la entrega de agua al vecino país por más de 830 millones de metros cúbicos, y en consecuencia se han restringido las entregas a 226 mil hectáreas de los sistemas de riego mexicanos.

Precisó que con fecha 16 de noviembre de 2023, en el Simposio Internacional del Río Bravo celebrado en McAllen Texas, la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas tuvo conocimiento de que a través del acta 330 se pretende hacer entrega de las aguas mexicanas almacenadas en las presas internacionales La Amistad y Falcón, y de las dos terceras partes de las aguas que llegan al cauce del río Bravo procedentes de los seis tributarios aforados que el Tratado asigna expresamente a México; es decir los afluentes procedentes de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de las Vacas.

Es por ello, destacó que “se exhorta al Gobierno de México, Secretaria de Relaciones Exteriores y Subsecretaria de Relaciones Exteriores para América del Norte a cumplir estrictamente con su misión de defender y promover los intereses de México y los mexicanos, y no autorizar el contenido de la citada Acta 330, que evidentemente representa una grave afectación a los intereses de nuestro país”.

Especificó que conforme al Artículo 4 del Tratado, en caso de extraordinaria sequía o de serio accidente en los sistemas hidráulicos de los afluentes mexicanos aforados que hagan difícil para nuestro país dejar escurrir los 431 mil 721 millones de metros cúbicos anuales que se asignan a los Estados Unidos como aportación mínima de los citados afluentes, los faltantes que existieren al final del periodo aludido de cinco años, se repondrán en el ciclo siguiente con agua procedente de los mismos tributarios.

Es decir, que deberán ser repuestos por los afluentes ya referidos y no por ninguna otra fuente, resultando contrario a lo dispuesto por el Tratado el reponer faltantes con agua almacenada en las presas internacionales.

Melhem Salinas, advirtió que, de suscribirse esa entrega de agua, sería violatorio del Tratado de 1944 en perjuicio de nuestro país, y traería como consecuencia la desaparición de los sistemas de riego del Medio y Bajo Bravo mexicano, configurándose un obstáculo que potencialmente impedirá el crecimiento y desarrollo de la frontera norte.