El episodio que actualmente vive la UAT es similar al que protagonizó el licenciado Jesús Lavín Santos del Prado, ungido rector por Tomás Yarrington y que se vio atrapado entre la lealtad que le debía a él, por haberlo llevado a dirigir la universidad y el nuevo gobernador de esos tiempos, Eugenio Hernández Flores. En esa ocasión los intereses fueron diferentes a los que se viven actualmente.

Los trascendidos que circulan en torno a las causas que propiciaron la caída del rector Guillermo Mendoza Cavazos que son las huellas de financiamiento de campañas políticas, digamos que fue la gota que derramó el vaso porque hubo otros señalamientos.

Ejercer recursos en actividades que no son propias de la universidad, es atentar contra el espíritu que mueve a la institución, es pérdida de la esencia de la universidad, es traicionar sus valores

El financiamiento de campañas políticas es un procedimiento ilegal a todas luces, eso fue lo que originó el manotazo sobre la mesa, el cual viene a cerrar el paso a los grupos del pasado, es un alto a acciones que no tienen razón de ser por ilegítimas.

También podemos imaginar el predicamento del rector Guillermo Mendoza Cavazos, que se debió debatir entre la espada y la pared, el refranero aporta: “El que a dos amos sirve con alguno queda mal”.

La cuestión es que las actuaciones de ese grupo de poder del pasado reciente, forman parte de la historia, es un capítulo cerrado, hoy son caducas; y sus recomendaciones, a quien quiera usted del servicio público estatal o de la universidad, carecen de sustento legal.

En ese marco de circunstancias cobra importancia el enérgico golpe que a un año de su administración da el gobernador Américo Villarreal Anaya, porque muestra el camino que nunca debió haber perdido la máxima Casa de Estudios. Un mensaje firme y claro el que envía el mandatario a todos aquellos que insisten en mantener los compromisos de grupo por encima de los intereses de Tamaulipas.

Es la nueva norma. Con la Cuarta Transformación no habrá impunidad para nadie, y ojo, la caída de Mendoza Cavazos como rector de la UAT, es una advertencia para quienes provienen del pasado reciente, y lo que les puede esperar a quienes persisten atados a la cadena de compromisos con García Cabeza de Vaca.

Con la caída del rector Mendoza, se envía un mensaje de quien manda en Tamaulipas para el próximo rectorado que está por originarse, no al de transición que será de seis meses. La recomendación no sólo es para el titular, sino para el equipo de universitarios que comandan la institución, los que deberán alinearse al espíritu transformador vigente en todas las instancias del servicio público, y la educación, en este caso la Universidad no es la excepción.

PRIMERO LO ACADÉMICO, JERARQUIZA EL RECTOR ANAYA.- Este viernes sesionó  la H. Asamblea Universitaria, en ese marco fue recibida la renuncia de Guillermo Mendoza Cavazos y en el mismo marco rindió protesta como rector Dámaso Anaya Alvarado, quien tendrá a su cargo una administración interina de seis meses tal como lo establece el Estatuto Orgánico.

Por lo que respecta al saliente Guillermo Mendoza rindió protesta el 15 de diciembre de 2021 y asumió el rectorado a partir del 1º de enero de 2022, esto quiere decir que no cumplió ni dos años del periodo de cuatro (2022-2025).

Las finanzas de la UAT deberán ser auditadas, como se estila en cualquier cambio de administración, y todavía falta ver en qué predicamento queda el H. Patronato Universitario quien ha certificado sobre el manejo de los recursos institucionales.

En cuanto al nuevo rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya Alvarado, despertó confianza en la comunidad universitaria con sus primeras declaraciones, al anteponer lo académico a temas como modificar la estructura administrativa o la práctica de una auditoría. A los padres de familia y a la sociedad en general lo que más le interesa es que sus hijos, esos jóvenes que pronto emigrarán de las aulas para incorporarse al capital humano productivo, sean elementos que den resultados, que contribuyan con sus conocimientos a la transformación de su estado y del país.

No quiere decir esto, que no sea importante auditar, pero el MVZ Anaya Alvarado jerarquizó, dio un orden a las cosas, donde el primer punto es lo académico. No podemos pasar por alto que las tres funciones sustantivas de toda universidad son: docencia, investigación y difusión de la cultura, por lo que, el criterio del rector confirma la regla.

El rector de Dámaso Leonardo Anaya Alvarado es médico veterinario zootecnista, el primero de esta profesión que asume tan alta distinción en la jerarquía universitaria tamaulipeca, es egresado de la UAT y cuenta con una maestría en Producción Animal.

AMÉRICO SUPERVISA OBRAS EN NUEVO LAREDO.- Seguir creciendo y prosperando en busca del desarrollo y el bienestar social, es la política pública del Gobierno de Tamaulipas, así lo confirmó el doctor Américo Villarreal Anaya al supervisar las obras de rehabilitación de la Planta Internacional Tratadora de Aguas Residuales en Nuevo Laredo. Al mismo tiempo el mandatario dejó testimonio de que ese municipio tendrá todo su apoyo para seguir avanzando.

También reconoció en Nuevo Laredo una gran oportunidad para el desarrollo y el bienestar social, que es la política pública de su gobierno, dijo que “los mexicanos elegimos democráticamente cambiar el rumbo de nuestro país, a una visión donde se respetan los derechos humanos y se busca una distribución más justa de nuestros recursos por el bien de todos”.

En esa ocasión el gobernador Villarreal estuvo acompañado por la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, ambos sostuvieron un encuentro con funcionarios del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBANK), institución que ha contribuido al plan de financiamiento de la obra.

Con el apoyo del gobernador pronto se tendrá en operación esa planta y con ello lograr en una primera etapa, el tratamiento de 1,100 litros por segundo y luego a 1,350 litros por segundo, lo cual representa impulsar el Plan de Rescate Ambiental.

Cabe mencionar que la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas hizo patente su reconocimiento por el apoyo del gobernador Américo Villarreal Anaya, sin el cual no hubiera sido posible esta obra que vendrá a transformar las condiciones de vida en Nuevo Laredo.

Ana Luisa García García

(15-Nov-1950) es licenciada en Periodismo por la Universidad Veracruzana generación 1969-1973.

Ejercicio profesional en los siguientes medios: El Dictamen de Veracruz, El Diario de Cd. Victoria, El Universal y Ovaciones en la Cd. de México, El Heraldo de Tampico. Autora de la columna Argot Político en El Mercurio de Tamaulipas (1988-1989) y de la columna Presencia publicada en La Verdad (1987-2016) y en diferentes portales informativos.