Sección: Nacional / El Mundo
Una “degeneración” la hostilidad a los símbolos religiosos: Bertone
El secretario de Estado de la Santa Sede, se refirió de forma indirecta a los puntos más delicados de la política social implementada por el gobierno español en los últimos años, los cuales han profundizado las diferencias entre la Iglesia y el Estado
25/09/2012 | Actualizada a las 13:22h
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Ciudad
del Vaticano, (Notimex).-
El “número dos” del Vaticano, Tarcisio Bertone, calificó como “degeneración” la
hostilidad contra cualquier forma de relevancia política y cultural de la
religión, contra la presencia de todo símbolo religioso en instituciones
públicas.
El secretario de
Estado de la Santa Sede hizo las afirmaciones en un discurso pronunciado esta
tarde en Barcelona (España), con motivo de la recepción de un premio de manos
del rey Juan Carlos, y cuyo contenido fue dado a conocer aquí.
En su alocución
el purpurado se refirió de forma indirecta a los puntos más delicados de la
política social implementada por el gobierno español en los últimos años, los
cuales han profundizado las diferencias entre la Iglesia y el Estado.
Sostuvo el
derecho de los católicos a defender la vida humana y precisó que ellos no
pretenden imponer sus ideas cuando proponen sus “valores no negociables” como,
por ejemplo, el matrimonio conformado sólo por un hombre y una mujer o el
derecho inalienable de los padres a la educación religiosa de sus hijos.
La parte inicial
de su mensaje, centrado en la acción diplomática del Vaticano en el mundo,
Bertone la pronunció en catalán y el resto en español.
En la ceremonia
el cardenal recibió el Premio Internacional Conde de Barcelona, en su cuarta
edición, otorgado por la fundación del mismo nombre. El galardón le fue
otorgado por su “templanza, prudencia y espíritu de apertura en afinada
sintonía con el Papa”.
En su discurso
reveló que el monto económico del premio lo destinará a fines solidarios: la
mitad a una iniciativa del Arzobispado de Barcelona a favor de los jóvenes sin
trabajo y el resto a los proyectos del Grupo Guadalupe de Nicaragua, una
iniciativa creada por la hermana Guadalupe Caldera Ramírez.
“La vida, que es
obra de Dios, no debe negarse a nadie, ni siquiera al más pequeño e indefenso,
y mucho menos si presenta graves discapacidades”, dijo el purpurado en un país
que tiene una de las leyes más permisivas a nivel mundial en materia de aborto.
“No podemos caer
en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta legitimar su
interrupción, enmascarándola quizá con un velo de piedad humana. Por tanto, es
necesario defenderla, tutelarla y valorarla en su carácter único e
irrepetible”, agregó.
Aseguró que, con
sus denuncias, la Iglesia intenta poner el acento sobre todo aquello que es
contrario a la vida, en un intento por acabar con los flagelos que azotan a la
humanidad como la pobreza, narcotráfico, terrorismo, extorsión, inseguridad
ciudadana o cualquier otra clase de violencia.
Se pretende,
indicó, verter luz sobre lacras que hieren lo más profundo de la condición
humana, ante las que no se puede callar.
Entre ellas
enumeró el maltrato contra la mujer, el padecimiento de los niños, el abandona
de los ancianos, las carencias sanitarias de muchas regiones, la miseria, el
desempleo, el hambre y el analfabetismo.
“Nunca será demasiado todo lo que se haga para
que la vida de los seres humanos crezca serena e integralmente, en hogares
donde familias fundadas sobre el matrimonio entre un varón y una mujer la
custodien, eduquen rectamente y le abran perspectivas luminosas de futuro”,
estableció.
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