Sección: Editoriales / Escenario político
Los que imitaban a Rodolfo Torre…aquí está
Por: Marco Antonio Torres de León
18/09/2012 | Actualizada a las 10:22h
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Si
los colaboradores del alcalde HUMBERTO FLORES DEWEY se mimetizaran con sus
profundos valores y no solo con su vestimenta o indumentaria pulcra, ni con el
color de su camisa o pantalón color blanco y negro, otro gallo le cantaría al
Mante.
Pero así es la especie humana, hipócrita.
Cuando RODOLFO TORRE CANTU vivía, todos se morían por vestir como él, por
calzar botas como él, por comprar pantalones beige como él, por caminar y
sonreír como lo hacía él.
Vaya, todo mundo querían bailar sobre las sillas en los mítines –antes de subir
a los templetes- como lo hacía el finado Rodolfo Torre, bailando –con sus dos
pies izquierdos ¡!, inolvidables escenas!!- la cantaleta que entonces estaba de
moda ‘me roba me roba el oso polar; me roba me roba me va a llevar’.
Hoy los colaboradores cercanos a los hombres del poder siguen actuando así,
hipócritas; son como decía Jesús: ¡raza de víboras!
Mire usted, amable lector, los pericos cuando menos imitan los sonidos de los
seres humanos porque así lo ordenó la naturaleza. Los changos hacen igual, lo
mismo que su misma especie, copian.
Con EGIDIO TORRE CANTÚ sus cercanos suelen hacer lo mismo. Aman los colores
naranja y negro; y cada uno escribe interminables crónicas de orden explicativo
para definir lo que significa el color anaranjado.
Pero olvidan que EGIDIO TORRE no se interesa en contratar ‘copiones’, sino
políticos y funcionarios auténticamente comprometidos con el servicio,
dispuestos a pagar el precio el precio caro del sacrificio puesto a prueba al
máximo.
Pero una vez que –en los 3 ejemplos citados- alcalde, ex candidato y gobernador
les dan la espalda a sus empleados, todos casi al unísono se dedican al
desmadre, al valemadrismo, al ‘vámonos temprano pues ya pedí que otro cheque
tarjeta por mí’.
Pero bueno, hasta aquí con este tema. Cada quien saque sus conclusiones de
esto. A ver si alguien le encuentra moraleja a esto.
Quien escribe esto, es solo un pobre venadito que habita en la serranía, como
reza la canción.
Pero pasaremos a otro tema.
Por razones de ética, o como una especie de regla periodística no
escrita, rara vez quien esto escribe hace referencia al trabajo de compañeros
reporteros, pues parece ser que involuntariamente tomamos muy en cuenta
el refrán aquél que dice: ‘entre gitanos no nos leemos las manos’.
Empero por ahora, parécenos que habrá una excepción, pues bien vale la pena
referirnos a un compañero nuestro del periodismo, quien cumple desde la
dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento del Mante una estupenda
labor, francamente extraordinaria, casi perfecta, SANTIAGO HERNÁNDEZ.
También, como un preámbulo del tema general y al personaje al que haremos
alusión, es pertinente admitir que los seres humanos solemos fijamos más en los
errores, que en los aciertos de los demás. Somos particularmente crueles a la
hora de juzgar el trabajo profesional de otros. Y somos bastante fáciles para
hablar maravillas del trabajo propio.
Hoy no obstante romperemos la regla de no querer hablar del trabajo de
compañeros del periodismo, pues es de gente honesta reconocer la tarea
profesional de otros, así como la importantísima función que cumple como enlace
entre Gobierno y periodistas; esto lo hace Santiago Hernández a la perfección.
Su trabajo le ha valido muchas felicitaciones sinceras tanto de políticos, reporteros
como de editores.
Pero sobre todo, hay una satisfacción que Santiago Hernández tiene, la de
recibir felicitaciones de su jefe máximo en el Ayuntamiento, la del alcalde
HUMBERTO FLORES DEWEY, quien no se arrepiente nunca de haberlo nombrado su director
de área.
SANTIAGO HERNÁNDEZ es un joven de apenas unos 32 años de edad, y pese a su
juventud sabe diferenciar a unos y a otros reporteros o editores; y a unos y a
otros da su lugar indefectiblemente, casi siempre de manera acertada.
Santiago sorprendió a propios y a extraños al arribar a dicha dirección,
sabiendo tomar decisiones importantes sin estar precisamente apegado a
libretos, a libritos o a manuales.
Con poco Santiago ha hecho demasiado; se ha apoyado en la labor periodística de
valiosos colaboradores como son, entre otros, HAROLD MEADE, un estupendo
reportero que tiene una exquisitez en el estilo para manejar con excelsitud la
prosa, la narrativa y la crónica apegada con precisión a tiempos, espacios y
personajes.
Desde que estuvimos juntos en aquél Expreso que se fundó en El Mante en el ya
lejano año 1998, supimos que a Harold Meade le gustaba sobremanera su tarea
cotidiana de redactar.
Él solo era capaz de llenar páginas enteras de reportajes, notas de color o
artículos.
Otro colaborador en quien Santiago se apoya es FRANCISCO VILLANUEVA, fotógrafo,
otro perfeccionista de primera y con quien deben sufrir algunos que
gustan de llegar tarde a las citas de trabajo o a los eventos, o bien, algunos
que no gustan del orden o la disciplina.
En el sindicato, Santiago Hernández se apoya en ALEJANDRO PINILLA, quien por su
seriedad, discreción y sentido práctico al trabajar se volvió su brazo derecho
en muchas tareas de importancia; a Pinilla lo ha elegido Santiago para
confiarle algunos secretos delicados en operaciones de enlace entre
funcionarios y periodistas, la perfecta simbiosis, el objetivo máximo.
Pero retomemos un poco.
El sentido práctico de Santiago Hernández al saber tomar decisiones, pronto lo
distinguió del resto de reporteros que en el pasado han ocupado el cargo,
salvo honrosas excepciones.
También ha habido algunos excelentes directores de comunicación; aunque por
regla general casi todos han padecido un gran defecto, llevaban –al trabajo-
las uñas demasiado largas.
Pareciera ser que la clave del éxito de Santiago Hernández es su obsesión por
el trabajo perfecto, sin errores, sin mácula. Otra clave de su éxito es la
increíble lealtad que le manifiesta a la primera autoridad del Ayuntamiento,
doctor Humberto Flores, su jefe máximo.
Santiago Hernández es un joven egresado de las aulas universitarias que posee
una virtud, semejante a la de su jefe, el doctor Humberto Flores. Posee una
humildad proverbial, que lo distingue de medio mundo.
Entre sus amigos verdaderos, Santiago suele recordar sus orígenes, el sitio de
donde proviene, su cuna humilde, los sacrificios que hicieron los padres de él
para enseñarlos a todos a trabajar.
Al mismo tiempo, su trabajo siempre ha sido discreto, alejado de escándalos.
Santiago se dedica a una y mil cosas dentro de la presidencia municipal, a
cumplir tareas específicas delicadas, pues resulta que él es una de las pocas
personas en la presidencia municipal que sabe trabajar, no chismear ni recurrir
a dimes y diretes.
‘Chago’ como le conocen sus amigos maneja cero ostentaciones, cero excesos.
Hasta hoy sigue manejando su clásica camioneta vieja con la insignia del Canal
13 de Televisa, misma que tiene hace más de 6 u 7 años.
Como un último dato, en lugar de irse a vacacionar durante largos días, el
titular de Comunicación Social se dedicó a remodelar con sencillez su oficina
nada fastuosa u ostentosa, así como también ordenó mandar reparar un
desvencijado sillón raído que más que ganas de sentarse en él, daba lástima.
‘Chago’ lo mandó tapizar.
Por otra parte, vimos a ELÍAS AHUET sentarse hace días –el sábado- a la mesa
con mujeres periodistas en un conocido restaurante del centro de la ciudad.
Elías Ahuet se sintió en su elemento al charlar de todos los temas con las
acuciosas y profesionales reporteras, que correcto es decirlo, han logrado
refinar como si fuera filo de navaja o espada su gran sentido crítico.
Las reporteras en mención saben manejar con su vasta cultura diversos tópicos
que en el periodismo se vuelve piedra angular cada tres o seis años, la
política.
Así que bastante meritorio y digno de un valiente es que ELÍAS AHUET REYES se
haya tomado el tiempo suficiente para comer (él las invitó), platicar con
las reporteras, entre quienes contamos a PATY PEREZ CRUZ, EDELMIRA CERECEDO,
LETICIA ZAMORA, ROSY REYES RANGEL y un trío más de buenas chicas que por ahora
escapan de nuestra memoria.
Se ve que Elías Ahuet está tomando con seriedad el reto de buscar posicionarse.
Y por eso, enhorabuena.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos pronto.
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