Si los morenos aplican la moral, como un árbol que da moras, estamos jodidos, porque entonces robar será algo admitido, con el argumento de que los que se fueron robaron más, y si se les trata de culpar, la culpa es de los que se fueron, del pasado, de los neoliberales, porque ahorita no son iguales.

Hace algunos años, solo algunos, el viejo sistema, si bien protegía a sus miembros, si tenía decoro en sus decisiones, cuando pasaba algo de cuidado o el funcionario la regaba, este era llamado a gobernación y desde ahí salía con su renuncia firmada, pero no se le abandonaba, tampoco se le engañaba, simplemente salía del escenario político por un buen tiempo o por el resto de su vida, como sucedió en algunos casos sonados.

Pero ahora eso no pasa, si es ladrón ¡que tiene! Si es plagiaria ¡que tiene! Si miente ¡que tiene! Si viola la ley ¡que tiene! Si no respeta las leyes electorales ¡y los otros eran peores! Y se trata de quebrantar la constitución ¡que tiene! La constitución soy yo y el poder soy yo y se callan.

Con esos principios es que vivimos en el México de la 4T, donde todos son corruptos, todos son adversarios, todos son delincuentes de cuello blanco, todos son mal agradecidos, todos son aspiracionistas y todos menos los amigos de Palacio Nacional, el inquilino, sus hijos y amigos, y en general nada se puede decir de un miembro de la 4T, porque entonces eres un pagado por los neoliberales y conservadores, que no quieren perder sus privilegios.

Los mexicanos vivimos un punto de quiebre entre el respeto a la ley y lo quebrantos constitucionales, donde el mismísimo presidente, es el mayor quebrantador de la constitución, y de ahí para abajo.

En su más reciente información la máxima casa de estudios del país, y una de las mejores universidades públicas de América Latina, la UNAM, dio su veredicto y consumo el plagio en contra de Yasmín Esquivel, que, si tuviera algo de ética y moral, ya hubiera dejado su espacio en la SCJN y aclarar el plagio de su tesis, si tuviera ética profesional, desde hace ya varios días su lugar estaría vacante.

Pero mire el presidente en vez de lavar el honor, se echó gasolina al fuego, al asumir que los acusadores habían hecho cosas peores que copiar una tesis, que esos que la acusaban eran peores que la ministra Esquivel, y en esta misma respuesta asume el mismo mandatario que la ministra si es plagiaria, pero hay otros peores.

Por eso es entendible la pretensión de la colonización de las instituciones de contrapeso por el actual gobierno, para de una vez darle el cerrojazo y poder poner y quitar a quien plazca a los intereses del inquilino de Palacio Nacional, y puede ser una jugada camino a una dictadura si los mexicanos no ponemos una barrera, como aquella megamarcha del 2022, donde la sociedad civil organizada demostró su verdadero peso opositor al régimen actual.

Los cambios a la ley electoral no son para que AMLO siga en el poder, su salud y su quebranto político, no lo permiten, pero si para Claudia Sheinbaum, allane el camino y un miembro de su familia llegue en seis años y se eternice en el poder, el camino clásico de una dictadura a través de las urnas, que controladas por el estado pueden ser la mayor aberración de una democracia. En América Latina, los populistas están cayendo, en México esperemos les quede algo de ética y moral, para los años que vienen.  

Es Cuánto

chanorangel@live.com.mx

Feliciano (Chano) Rangel Montoya

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Matamoros. Productor General y Creador del Programa de Radio “La noticia Tal y como es”, conducido por Fructuoso Sáenz.

Actualmente es director general de Alfa Producción Digital, gerente de Creatividad, Marketing y Ventas de Publicidad y Mas, fue coordinador de Comunicación del  Diputado Local por el Distrito XVIII
Ingeniero Alfonso Sánchez Garza.

Ha sido coordinador de medios electrónicos en campañas políticas y de la Universidad Tecnológica de Matamoros, entre otros cargos.