Si la idea de Mario Delgado era mover todo, para seguir siendo el mismo, el mensajero divino, la cosa esta armada, el CEN de Morena ha sido incapaz de poner a prueba su democracia interna, esa que tanto pregonan, muestras hay varias, pero salen a relucir Delfina Gómez en el Estado de México, en Coahuila la designación del senador Armando Guadiana, impresentable y acusado de un sinfín de corruptelas, al igual que Delfina en EdoMex.

Por si fuera poco, la epidemia de la encuestitis, se dejó venir a Tamaulipas, donde propios y extraños, fuera y dentro de Morena, cuestionan la forma de elegir un aspirante, donde una encuesta hecha con una metodología que quien sabe dónde la aprendieron, con encuestadoras sin rostro y con la única idea de seguir fingiendo una democracia interna inexistente.

Pero no son iguales, no eso jamás, los aprendizajes de los gobiernos neoliberales han sido superados con creces, ningún gobierno del neoliberalismo se había empeñado tanto en destruir la democracia, ningún gobierno anterior al de la 4T, había trastocado los cimientos del INE, porque ningún gobierno anterior al de AMLO, estaba empecinado en perpetuarse en el poder.

Las cosas no marchan bien, la gradería empieza a sentir la crisis económica, los apoyos sociales han sido infructíferos para el combate a la pobreza, ahora en tan solo 4 años, hay más de 6 millones de pobres más, y la tendencia es que sigan aumentando, regalar dinero en efectivo, ha sido el peor sistema de combate a la pobreza, negando a la productividad el derecho de crecimiento en todos sus sentidos.

Los datos proporcionados por el presidente en sus mañaneras son más una caricatura que una seriedad de los problemas, omitir las mediciones económicas por un pensamiento unilateral, no la resuelve, decir que lo que importa es ser feliz y no los ingresos económicos para salvarse de la pobreza es más una ideología comunista que un verdadero anhelo de crecimiento, en un mundo de competitividad y desarrollo que tiende más a la globalización.

No hay un factor en este momento que determine que se está haciendo bien y cuáles han sido los errores, por este gobierno autócrata ha sido incapaz siquiera aceptar sus propios errores, donde se defiende con hipocresías y ataques a los adversarios, en lugar de dar soluciones y una explicación lógica de los acontecimientos.

El tiempo se acabó ya no hay lugar para la especulación, la división ideológica, y el ataque a sus adversarios, la 4T, tiene que trabajar para 126 millones de mexicanos y no para un sector gregario, que solo cuestiona y ataca, que solo sus ideas son buenas, que solo sus ideologías políticas son permitidas.

En México se acaba el tiempo, se adelanta una sucesión presidencial, porque al presidente en turno se le acabaron las ideas (nunca las tuvo) y prefiere dedicarse a hacer política partidista que defender a un país en todos sus sentidos, una postulación que será la más larga de la historia del país, con más de dos años de anticipación, donde el único propósito no es poner al mejor líder, al mejor candidato, si no quien cumpla los caprichos del actual presidente y su legado ideológico de odios y rencores.

La división y el odio como forma de gobierno, está anidando actores y factores, para una regresión democrática, un partido de un solo hombre, al más puro estilo comunista, una bancada morenista en el congreso federal incapaz de debatir, incapaz de leer una propuesta de ley e incapaz de sostener un debate con la oposición, en lugar de eso aprueban una ley, sin leerla, sin cambiar o modificar nada, con el miedo soterrado de ir en contra del presidente y su excomunión del paraíso.

Los recientes atentados en contra del periodista Ciro Gómez Leyva, deja claro la enorme polarización de este país, pero deja más claro las declaraciones de los estúpidos como Alfredo Jalife, y su cuestionamiento visceral sobre los hechos. Nunca un país como el nuestro había estado tan dividido, tal maltratado por la misma persona que juro defender las instituciones, y que ahora pretende su desmantelar solo por el odio y el rencor, para que piensen distinto; por el bien del país, esperemos que la razón llegue al senado y a la suprema corte. Destruir es fácil, construir es complicado, por eso el presidente sigue siendo la oposición, pero ahora con el poder de destrucción que le da ser el mandatario. Espero estar equivocado.  

Es Cuánto

chanorangel@live.com.mx

Feliciano (Chano) Rangel Montoya

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Matamoros. Productor General y Creador del Programa de Radio “La noticia Tal y como es”, conducido por Fructuoso Sáenz.

Actualmente es director general de Alfa Producción Digital, gerente de Creatividad, Marketing y Ventas de Publicidad y Mas, fue coordinador de Comunicación del  Diputado Local por el Distrito XVIII
Ingeniero Alfonso Sánchez Garza.

Ha sido coordinador de medios electrónicos en campañas políticas y de la Universidad Tecnológica de Matamoros, entre otros cargos.