Cedes Jaumave el rostro creativo, humano y productivo

Jaumave, Tamaulipas.- “Aquí se respira la libertad, estamos al aire libre, gozamos de buena salud y nuestras manos producen el campo”, dijo Julián Pérez residente del Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) de Jaumave.

Localizado en el altiplano tamaulipeco y enclavado en la Sierra Madre Oriental, este sitio cuenta con tierras productivas donde se siembra la fresa, garbanzo, caña de azúcar, rábano, acelgas, maíz, girasol, cilantro y zanahoria, entre otros.

Y en donde se plasma el otro rostro de la cárcel: El creativo, el humano, el productivo.

En este Cedes o Granja de Ejecución de Sanciones, como se le conoce, es donde ellos, los residentes, los reos, rodeados por la naturaleza, cambian su tren de vida aprendiendo tareas y oficios que les permiten al cumplir sus condenas, incorporarse a sociedad como miembros productivos.

Los más de quince internos día con día trabajan en el criadero de ganado caprino, porcino, avícola y en el cultivo de tilapia y bagre.

Todo residente que se encuentra en este lugar, realiza una actividad laboral produciendo la tierra y recibiendo clases de cultura y deportes que los mantiene ocupados y alejados de las acciones negativas.

Los internos que llegan provenientes de los diferentes Cedes de Tamaulipas, tienen que pasar por ciertos filtros y requisitos para ser aceptados en el Cedes Jaumave.

Este lugar inició funciones como Granja de Ejecución de Sanciones en enero de 1994 con una población de 70 residentes.

De 1998 a 2009 contó con plantaciones de sábila que era cultivada, cortada y transportada a las plantas procesadoras ubicadas en Jaumave, donde era comprada, llegando a enviar hasta 15 toneladas por corte. Todo esto realizado por los residentes, bajo supervisión de la Dirección de la Granja.

Entre las actividades productivas que los internos aprenden, destacan la elaboración de mermeladas y dulces tradicionales.

Zona natural para la recreación familiar

Jaumave es caracterizado por ser el “Santuario de las Guacamayas” y sus frondosos nogales, pero es aquí en la Granja, donde a pesar de su infraestructura que ha sido afectada por sus años, los residentes viven sus momentos y los plasman en capítulos de su vida.

Aquí es donde ellos, rodeados por la naturaleza, cambian su tren de vida y cuando terminan su condena, se incorporan a la sociedad como miembros productivos.