Hermosillo, Son., (Agencia Informativa de México).- La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoció que el agua de consumo humano en los siete municipios del Río Sonora sigue contaminada con metales pesados. 

Luego del derrame tóxico ocurrido en agosto de 2014 ocasionado por la minera Buenavista del Cobre propiedad del Grupo México, la dependencia federal señaló la existencia arsénico y plomo principalmente, lo que “representa un riesgo a la salud de la población”. 

A través de una carta enviada a los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS), la Cofepris refiere que, de acuerdo con el muestreo realizado en marzo, el 98.28 por ciento de los 59 pozos y domicilios particulares estudiados rebasa los límites de arsénico y el 35.42 por ciento excede los de plomo. 

En tanto que el muestreo de julio, de 69 muestras entre pozos y domicilios particulares, incluyendo dos en Hermosillo, arroja que el 89.85 por ciento y el 57.81 por ciento del total excede las cantidades permitidas en la NOM de arsénico y plomo, respectivamente.  

Por su parte, Fernanda Hopenhaym, codirectora ejecutiva de PODER, expuso que un muestreo de agosto de 2019 arrojó que el 89.28 por ciento de los pozos rebasaba la NOM por concentración de arsénico y el 64.28 por ciento de plomo. 

“Tenemos un panorama desolador en el que el agua de uso y consumo humano está permanente y masivamente contaminada en la región”. 

A su vez, José Manuel López, habitante de San José de Baviácora, expuso que “mientras hacen planes y nuevos muestreos, mientras se lavan las manos entre instituciones, se nos va la vida. El Gobierno nos está dejando morir envenenados”. 

El derrame tóxico de más de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y otros metales en los ríos Bacanuchi y Sonora, en la sierra del noreste de Sonora, afectó a unos 23 mil habitantes de siete municipios asentados en los márgenes del río Sonora.