Berlín, Alemania. - La Canciller alemana Angela Merkel visitó en el hospital Charité a Alexei Navalny, opositor al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin, cuando se encontraba en atención por su envenenamiento, así lo confirmó el mismo Navalny en su redes sociales. 

“Hubo una reunión, pero no debes llamarla “secreta”. Más bien, una reunión privada y una conversación con la familia. Estoy muy agradecido con la canciller Merkel por visitarme en el hospital”, escribió en su cuenta de Twitter el político.

“Con un gesto inusual, la canciller Angela Merkel subrayó la solidaridad del gobierno con Alexey Navalny, quien visitó al político opositor ruso en una operación ultrasecreta al lado de la cama del Charité en Berlín, donde fue tratado después de que intentaron matarlo con la neurotoxina Novichok. Merkel lo visitó después de que se despertó del coma”, publicó el rotativo alemán Der Spiegel.

Aseguró que esta visita a Navalny, es otra señal de cuánto está comprometido el Canciller con Navalny y no está dispuesto a dejar que el caso descanse.

“El hecho de que la propia canciller visitará al político de la oposición debería ser una pista para el gobierno ruso de que Berlín no cederá en el caso y descubrirá la verdad”, indicó.

Navalny señaló hace unos días en su cuenta de Instagram que después de todo lo que sucedió, “tengo una gratitud tan grande con tanta gente que todavía te cansarás de leer publicaciones sobre este tema. Pero quiero comenzar con algunas personas que, como sucedió, jugaron un papel clave en mi destino, y ni siquiera sé cómo dirigirme a ellas más que a buenos amigos desconocidos”.

Explicó que la versión que él tiene de su envenenamiento, que ha sido confirmado por tres laboratorios de Alemania, es que “el plan de los asesinos era simple”, que se sintió mal después de 20 minutos del despegue, pero apenas habían pasado 15 minutos cuando se desmayó. 

“Se garantizará que la asistencia médica no estará disponible, y en una hora más continuaré mi viaje en una bolsa de plástico negra en la última fila de asientos, aterrorizando a los pasajeros que van al baño. Todo siguió así, pero comenzó una cadena de accidentes felices y acciones claras de gente desconocida”, continuó su narración.

Analizó que tanto pilotos como los primeros médicos “simplemente me dieron entre 15 y 20 horas adicionales de vida”.

“Todo lo que siguió fue muy dramático y merece una historia aparte, pero definitivamente no habría nada que contar si no fuera por estos tipos. Gracias, buenos amigos desconocidos”, puntualizó en su mensaje.