Matamoros, Tamaulipas. -  El encargado de la Casa del Migrante, Juan Antonio Sierra Vargas, reveló que se comenzó a limitar el acceso al campamento migrante puesto que representantes de diversos grupos de apoyo entraban y salían del lugar, sin control alguno.

Lo anterior ante el temor de que permeara la enfermedad de Covid-19, lo que resultaría bastante negativo de ocurrir de esa manera.

Externó que era tal el no control que hasta indigentes entraban en el campamento, con la certeza de que ahí tendría todos los días comida segura, situación que ya no se permite para evitar que haya algún contagio de coronavirus.

“Hasta el momento cero casos porque los lugares de atención a migrantes hoy por hoy se encuentran prácticamente blindados”, aseguró Sierra Vargas.

Agregó que, en una conferencia virtual entre diversas autoridades de ambos lados de la frontera, acordaron juntos en hacer un reglamento que permitiera tener un mayor control de quien entra y quién sale del campamento, lo que sin duda les permitió dar orden a ese recinto.

Agregó que este reglamento les permite saber quién va, quién entra, cómo entra y hasta el motivo, pero sobre todo y lo más importante, tratar de que quien visite esté libre de alguna enfermedad como el Covid-19.