Obsoleta planta termoeléctrica Portes Gil de Río Bravo

Río Bravo, Tamaulipas.- La Planta Termoeléctrica Presidente “Emilio Portes Gil” es una empresa obsoleta porque esta ya no se genera la suficiente energía para la demanda del noreste de México para la cual fue creada, dedicándose únicamente a transferir la energía que le es transferida de la planta eléctrica de origen francés ubicada en el poblado Anáhuac del municipio de Valle Hermoso, motivo por el cual el Gobierno Federal debe evaluar la situación para que defina su remodelación o en su defecto el cierre de sus puertas.
 
La operatividad de la planta es de muy alto costo para el Gobierno Federal, debido a que en esta termoeléctrica, trabajan alrededor de 300 empleados, quienes tienen salarios considerables además de las respectivas prestaciones, utilidades, seguro social y todos los beneficios que establece la ley federal del trabajo, cuya inversión global es una grave carga económica para el erario federal.
 
Hay trabajadores que en la planta se la pasan barriendo, otros mas realizando recorridos de supervisión por el escaso trabajo que tienen respecto a la distribución de la energía.
 
En la puerta de entrada los encargados registran a la gente que ingresa a las instalaciones en una tabilla con hojas, pero en sí no hay trabajo productivo, gastándose millonarias cantidades de dinero por el concepto de pagos y derechos laborales a los obreros sindicalizados.
 
Por lo anterior, queda claro que la planta “Portes Gil” es una dependencia que ya no funciona, pero sí le cuesta mucho dinero al Gobierno Federal, detalle por el cual ya no se deben gastar tantos recursos en instalaciones obsoletas, porque esta planta opera con combustóleo, el cual traen por embarque al puerto de Tampico y de allí lo hacen llegar a esta ciudad.
 
La termoeléctrica “Portes Gil” sigue operando porque el Sindicato exige su fuente de empleo y como el Gobierno no los indemniza prefiere tenerlos sin hacer nada, a pesar de que no hay trabajo en la planta.
 
Cabe mencionar que el Gobierno de la República debe ir acabando con esta clase de problemas, porque los gastos tan elevados que se hace en trabajadores que ya no rinden deben ser invertirse en cuestiones meramente productivas y que no se derrochen millonarias cantidades de dinero en quienes ya no le sirven al país.
 
Es por eso que la instancia gubernamental tiene la ineludible obligación de realizar una profunda investigación y se entre cuanto es lo que mensualmente se gasta en salarios y en mantenimiento de la Planta “Portes Gil”, ubicada en Río Bravo, Tamaulipas y se proceda al cierre de esta, pero que antes liquiden a los obreros que ya no hacen nada en ese lugar.
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