El llamado marketing político tiene raíces en la cultura griega. Y no es un descubrimiento el que a las mujeres las presentaran como madres. Estaban cerca del poder, no lo ejercían, pero su imagen difundida ayudaba a la gobernabilidad.

Maestra en este arte, y que sí ejerció el poder, Cleopatra hizo uso de la propaganda para la legitimación dinástica de su hijo Ptolomeo César. Mandó acuñar su imagen como madre con su hijo en brazos para colocarla en los templos y en los bronces chipriotas. Esto fue entendido tanto por la población griega como por la egipcia, puesto que la primera veía a Afrodita y Eros, mientras que la segunda reconocía a Isis con Horus.

También desde los remotos tiempos griegos, la gente daba títulos a algunas mujeres: “madre de la comunidad”, “patrona de la ciudad”, “hija/adoptiva del municipio” “guerrera de la familia”. Lo mismo ha pasado con Pilar Gómez: diversos sectores de ciudadanos que integran el Distrito XIV le han otorgado el título de Tía Pilar. Esto se debe a que Pilar Gómez ha tenido la capacidad de saber escuchar, dialogar, estrechar lazos y generar compromisos; un título afectivo que Pilar Gómez se ha ganado a pulso. 

Parece que a las personas en el mundo,  aproximadamente hoy 7,525,114,161 habitantes, nos pueden agrupar en unos cuantos “arquetipos”. Claro, unos para las mujeres y otros para los hombres. Los de las mujeres: La Madre: ligado a símbolos de protección y creación. Quien se entrega en favor del otro, que se abandona a sí misma; La Maga: en referencia a lo inexplicable, a los poderes de la naturaleza y los procesos intuitivos; La Guerrera /Cazadora: mujer independiente, imagen fuerte y exigente; La Destructora: se asocia con lo secreto, escondido, lo tenebroso, el abismo, destructora de la ilusión y la confusión; La Pérfida: tiene una connotación de seducción y deseo y un aspecto más sexual. La Sabia: la mujer madura que transciende por su experiencia, con comprensión profunda de las leyes de la vida.

Luciana Panke, en su libro Campañas electorales para mujeres. Retos y tendencias (2015), nos pone los pies en la realidad. Investigó en varios países latinoamericanos a las mujeres candidatas y su forma de presentarse ante el electorado. Afirma que pudo determinar tres tipologías en las imágenes de estas mujeres: la guerrera, la madre y la profesional, aunque estaban un poco mezclados los elementos de las tres.

De las 21 campañas analizadas, 12 destacaron la imagen de “la guerrera”, ocho de “la madre” y solamente una subrayó la de “la profesional”. Sumando el tiempo de todas, la tipología predominante es de “la madre” (40% del total), seguida por “la guerrera” (35% del total) y la que está ausente en algunas es “la profesional” (25% del total).

Quienes se dedican a la comunicación política deben darle el peso al género. La profesionalización de este sector exige que no vuelvan a insinuarse frases como el que tal candidata perdió o ganó sólo por ser mujer o, por el contrario, el que ser mujer le es indiferente al electorado, a los medios y a la misma clase política.

Las mujeres que serán candidatas deben saber que, si bien por sus méritos están ahí, también por la lucha de miles que hicieron posible el ejercicio de los derechos políticos para todas, y que en esta búsqueda de igualdad, ellas tendrán que hacer su parte. Es decir, trabajar para que todas tengan acceso real a sus derechos y en condiciones de igualdad con los hombres. En sus campañas no deberán olvidar qué tan importante es la madre para la hija, el hijo, como el padre y que la conciliación familia-trabajo es una estrategia crucial para una sociedad que busca desarrollo.

Si compiten más de nueve mil, ser mujer ya no es novedad. Dejar de repetir “como soy mujer…” les ayuda y le ayudará más a quien debe ganar la candidatura. Saber combinar cualidades femeninas con masculinas es el reto. Ser madre no es una obligación, es una decisión. Ser política es una opción, y saber compartir las tareas de cuidado es un arte difícil de ejecutar.

Citando a Estée Lauder, “Nunca soñe con el éxito. Trabajé para llegar a él”.

@Alberto_Rivera2

Alberto Rivera

Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.

Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.

Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.

Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.