Una serie de publicaciones en los últimos días dieron cuenta de las barbaridades que ha pensar el actual alcalde -tristemente célebre- Xicoténcatl González Uresti y su forma peculiar de pretender hacer gobierno, con actitudes que poco abonan a la democracia, a la buena convivencia, y al principio de autoridad tan singular en nuestro país: se ha brincado las trancas en todos los renglones posibles.

Primeramente, anunció un viaje a India y a España que, finalmente, fue rechazado por la alta autoridad estatal, lo que no es un secreto, dado que se ha sabido que fue llamado a meterse en disciplina, porque gastó un dinero no autorizado de los victorenses en una membresía a uno de esos organismos que entregan reconocimientos apócrifos a quien paga, y hasta los convierten en el mejor alcalde del mundo o un buen periodista inclusive. De esos llamados “patito” y que eran a los que asiste Xico o pretendió asistir.

Hay muchos rumores y leyendas respecto al caso, como el hecho de que fue llamado al orden y le jalaron las orejas para meterlo en cintura, hasta que grabó un video aduciendo que hacía caso a un reclamo popular que juzgó muy puntualmente su falta de probidad, honestidad, decencia y sus ambiciones turísticas, argumentando que no iría al viaje, aunque no especificó quién pagaría los 80 mil pesos que indebidamente dispuso y que constituyen un delito, por provenir el dinero de fondos públicos, ajenos a cualquier particular.

Hoy, la noticia dio una vuelta mundial, porque con la torpeza capaz de exhibir únicamente en quien se ha ensoberbecido con un cargo que le queda muy grande, publicó en su cuenta de Facebook una imagen con el alcalde de Querétaro Luis Nva Guerrero, en la víspera de salir al foro mundial de alcaldes que se llevará a cabo en Israel.

Obviamente, Xicoténcatl no avisó al Cabildo, lo que constituye un delito como funcionario y servidor público, y lo hace precisamente cuando debía haber asistido a los foros a los que no fue convocado y sí pago por asistir inicialmente, y luego por no asistir.

Llama poderosamente la atención la anti-campaña que hace Xicoténcatl González a su partido Acción Nacional en la víspera de renovar el Congreso del Estado, por su desobediencia, así como por su falta de probidad y honradez, indignas de un personaje que se jacta de tener orígenes en buena cuna.

Llama poderosamente la atención la forma tan poco honorable -cínica, diría la abuela- con que anuncia su viaje a Israel pasando por alto la autorización del Cabildo de Victoria, convertido en un circo donde los paleros aplauden todo lo que hace Xico, y que han dejado como resultado una ciudad ajena de obra pública, sin bacheo, sin agua, sin alumbrado, sin seguridad. y sin servicio de parques y jardines, así como un muy deficiente servicio de recolección de basura -¿queríamos más?- como ejes principales de su actuación.

Lo anterior, sin mencionar los contratos de materiales y mercancías que ha adjudicado en forma directa como fue el caso de los forros que pusieron en diciembre a los postes que se instalaron en la avenida Francisco I. Madero, supuestamente encargados a un familiar muy cercano.

Este viaje a Israel, entre otras cosas pone de manifiesto la desobediencia del alcalde Xico hacia el Ejecutivo, donde todos sabemos, se toman las decisiones, y la forma en que se ha burlado de quienes ejercen esa autoridad, así como de los ciudadanos que confiaron en una administración buscando un cambio y que ahorra están más que arrepentidos, porque se está consciente en la ciudad y municipio que se tomó una terrible y equivocada decisión.

Y es tan poco inteligente que a sabiendas de que es ilegal y no tiene permiso, lo publica en redes sociales.

Lo que no se ha aquilatado es el alto, altísimo costo que tendrá la decisión de quien prefiere bailar zumba que gobernar, y la repercusión que seguramente va a tener en los comicios de junio próximo, porque el desacato, el cinismo y la insultante forma de burlarse de sus gobernados ha dejado en Xico al más nefasto y terrible alcalde de los últimos cincuenta años en todo el estado.

Vaya, ni renunciando cambiaría. El problema es: ¿Cuál será la instancia para que Victoria pueda ser salvada de estos entes que se sienten peores que el más grande Dios?

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.