Sin duda alguna que el año pasado muchos de nosotros tuvimos en una decisión del gobierno de Tamaulipas una buena noticia, en el sentido de que al pagar los derechos vehiculares y la tenencia nos otorgaban u seguro de daños a terceros en cuanto a siniestros automotrices.

En ese sentido, nos avalaban hasta por 30 mil pesos los daños causados a terceros. Hoy lamentamos que se haya ido esa decisión, porque está afectando a miles en la entidad. Veamos.

Todos conocemos personas que han tenido participación en un accidente de tránsito y que el responsable -irresponsable, mejor- o se da a la fuga o simplemente dice que no tiene con qué pagar, y “hazle como quieras”, además.

Se llevan a cabo las demandas correspondientes y la verdad es que no surgen noticias, o al menos los abogados no dan señales de vida y las autoridades no ajustan a los que nos afectaron en nuestro patrimonio.

Cuando el gobernador García Cabeza de Vaca anunció el mencionado seguro, al menos teníamos la esperanza de que nos cubrirían la mayoría de los gastos, considerando que un choque implica muchos miles de pesos y n hay forma, muchas veces, de enfrentar estos pagos exorbitantes que insistimos, rompen con nuestro patrimonio y nos dejan sin posibilidad de movernos.

Ya la Unión Campesina Democrática -UCD- ha anunciado que llevará a cabo una afiliación o re afiliación, de forma que sus integrantes cuenten con un seguro de este tipo y garanticen el evitar los niveles de impunidad existentes hoy en día y que, por razones de la situación tan delicada y peligrosa que vivimos, nos dejan sin posibilidad de reclamar por temor de que con quien chocamos tenga nexos con gente no recomendable.

Y ONAPAFFA tiene el mismo problema: sus miembros no tienen orden: muchos compran el par de placas y ponen una en un vehículo y otra en otro, es decir, hacen trampa, y además, participan en un choque y no se hacen responsables, dejando al garete a los afectados.

No tenemos por qué pagar lo de otros, no es justo que no hagan eso, y no es justo que la autoridad no haga un esfuerzo por garantizarnos que habrá justicia al menos, y que el culpable pagará lo que debe: ni más ni menos.

¿Qué hacer al respecto? un buen principio es hacer obligatorio un seguro de daños a terceros que, por ley, implique cumplir o atenerse a castigos ejemplares. Recordamos que en ese sentido puede surgir desde el Congreso una ley que obligue, aunque de hecho, la ley existente hoy en día le obliga a todo mundo a circular asegurado, pero los dueños de vehículos de procedencia ilegal -UCD, ONAPAFFA- no respetan estas leyes y nos afectan.

No nos parece justo, sinceramente, y pediríamos a las autoridades poner cartas en el asunto.

Somos muchos, realmente muchos los afectados, y queremos una solución, un motivo para estar satisfechos con la autoridad que se encarga d3 estos temas, porque afecta, insistimos, a miles de tamaulipecos día a día.

Manejar estas centrales de “apoyo” a automovilistas que gustan de comprar de contrabando deja mucho dinero, por lo que no sería malo que dedicaran un poco de sus ganancias a que todos estemos más satisfechos con nuestro entorno.

Queremos sentir que somos cobijados por la autoridad, y que está respondiendo a nuestras necesidades básicas y más sentidas: casi todo mundo tiene un carro americano, ilegal pero afiliado a estas centrales: ahora sigue que por favor, pensando en que pudiéramos ser nosotros los afectados y el del choque no tenga ni en qué caerse muerto, seamos recíprocos y busquemos que haya seguros de daños a terceros obligatorio.

Todos ganamos, sin duda alguna, y es justo, es lo menos que pueden hacer nuestras autoridades, y exigir las pólizas correspondientes.

Es más importante que andar cazando en el Boulevard a quien va a más de 50 kmh, suponemos.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.