México,(Notimex).- El accidente cerebrovascular y la enfermedad cardíaca comparten factores de riesgo, como arterias obstruidas, presión arterial alta y fibrilación auricular, por lo que la reducción de la carga de estas enfermedades requiere de la colaboración de los médicos.

Cardiólogos y neurólogos del accidente cerebrovascular requieren trabajar en coordinación para definir el enfoque de atención a estos pacientes.

En el marco de la segunda Conferencia Internacional del Consejo de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) se abordarán estos temas y las nuevas investigaciones en este rubro.

En el evento, que se realizará los días 25 y 26 de enero, en Berlín, Alemania, se debatirá sobre el papel actual y futuro de los cardiólogos intervencionistas, en el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares.

Lo anterior, debido a que succionar coágulos con trombotomía a base de catéter reduce drásticamente la discapacidad en los sobrevivientes de accidente cerebrovascular, pero no está disponible en muchos países europeos, debido a la escasez de especialistas en la materia.

Los cardiólogos han pedido permiso para proveer esta terapia. "Esta falta de acceso es una tragedia y todas las especialidades involucradas discutirán la mejor manera de abordar el problema", dijo el profesor Wolfram Doehner, presidente del Consejo de la ESC.

El accidente cerebrovascular ocurre cuando el suministro sanguíneo del cerebro está restringido, generalmente debido a un coágulo sanguíneo (accidente cerebrovascular isquémico) y hay polémica sobre el uso de anticoagulantes para prevenir estos eventos.

Durante la conferencia, se abordarán también las cuestiones referentes a qué impacto tiene la diabetes en las complicaciones y la muerte después del accidente cerebrovascular, así como en la probabilidad de un segundo accidente cerebrovascular.

Además, sobre si la enfermedad cardíaca isquémica empeora la muerte y la discapacidad en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico, y qué proporción de pacientes con accidente cerebrovascular isquémico tiene fibrilación auricular no diagnosticada, entre otros.