Llegó la llamada Cuarta Transformación (4-T) Nacional, de la mano del presidente López Obrador. Uno de los retos enfrente, de alguien que se jacta vendrá a revolucionará los viejos paradigmas del país, se representa en el sector educativo.

Cita AMLO, que la Primera Transformación fue al presentarse la Guerra de Independencia de España (1810-1821); la Segunda la representa la Guerra de la Reforma (1858-1861); la Cuarta se presenta con la Revolución Mexicana (1910-1917).

Cita el economista e historiador, Héctor Aguilar Camín, que la Cuarta Transformación de AMLO  debería ser en realidad la sexta en la historia del país si se atiende no a las etiquetas de la historia, sino a los cambios profundos en la sociedad.  

A los episodios enunciados por López Obrador, suma también el (Primera) Proceso de Colonización y Evangelización de los siglos XVI y XVII, donde sitúa el nacimiento de la nación mexicana; y la Quiebra (Sexta) de las Finanzas Públicas de 1982, que abre el proceso a las Reformas Neoliberales del salinismo y a la transición democrática que culmina con la alternancia en el país, con el triunfo de Vicente Fox.  

Volviendo a los retos del obradorismo respecto al sector educativo, se inician desde su propuesta de terminar con todos los planteamientos de la Reforma Educativa de Peña Nieto, que de acuerdo al diputado morenista -ni una coma dejarán de ella.

Ahora se discute en el Congreso una nueva Reforma o Contrareforma educativa, donde sobresale la educación superior universitaria y la investigación. Afirma AMLO que va a fortalecer a las universidades públicas y las escuelas e institutos tecnológicos.

Además prometió que se crearan 100 nuevas universidades de provincia, dos en el estado de Tamaulipas. Incluso comentó que consolidará la investigación a través de invertir más recursos a la estructura social educativa y los laboratorios.

Entre las universidades públicas estatales, sobresale la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), donde actualmente estudian cerca de 40 mil estudiantes cursando 81 licenciaturas, 16 maestrías y 8 doctorados. Disponiéndose de 27 facultades a lo largo y ancho de toda la entidad.

Para los actuales y futuros estudiantes de la UAT, al estudiar una profesión no solo tienen que ponderar la carrera que desean estudiar sino el prestigio y la calidad de educación con la que cuenta la institución y el presupuesto.

En todo México existen poco más de 5 mil escuelas de nivel superior, que atienden a una población escolar superior a 3.6 millones de alumnos.

De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información de Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), seis entidades federativas concentran el 42.8% de las instituciones de educación de nivel superior: Puebla, Cd. de México, Estado de México, Veracruz, Jalisco y Guanajuato.

De las 30 universidades mejor Rankeadas del país, 22 son universidades estataled y 8 son instituciones privadas. Entre las de origen público, viene despuntando desde hace 6 años la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

La UAT en solo un año logró avanzar tres lugares en el Ranking nacional de universidades, colocándose a mediados del año pasado en el lugar número 35 de las 5 mil 343 universidades registradas en el país, rebasando en ese año a universidades como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Universidad Autónoma de Yucatán, así como a instituciones privadas como la Universidad Valle de México.

Este avance logrado en 2018 por la UAT, sobresale al considerar que apenas en el año 2014 la universidad se encontraba Rankeada en el puesto número 50.

Por lo aquí citado, la UAT debe seguir avanzando en el Ranking de mejores universidades y crecer hacia nuevas profesiones que demanda el sector productivo regional como lo es las futuras energías limpias como la eólica y solar, sin descuidar la industria petroquímica, apostar a la industria aeronáutica, automotriz y farmacéutica, influir también en el sector turístico, entre otros más.

La UAT debe sumarse a la llamada Cuarta Transformación tanto en las áreas técnicas, medicas, humanistas y sociales. El camino todavía es largo y sinuoso. Haciendo cada vez más con menos, más y mejor, a la primera y siempre, con mejora continua...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.