Altamira, Tamaulipas. - La negligencia y falta de atención por parte de sus patrones le provocó a Claudia Martínez Tovar perder su ojo derecho, a nueve meses del percance la empresa Malvinas S.A. de C.V. no se ha hecho responsable de los daños y además la despidió, pese a que es madre soltera de una niña de 10 años.

La señora explicó que fue en el mes de marzo cuando se encontraba trabajando en el rancho "La Periodista" de la comunidad Villa Cuauhtémoc de Altamira, cuando tierra y basura de cebolla le cayó en el ojo, derivado a que no contaba con las medidas de seguridad como lentes especiales.

"Fui luego luego con el encargado que en ese momento era Armando, era quien estaba por ahí cerca y le dije que me había caído una basura en el ojo, que sentía molestia, ardor, bastante ardor y me dice nada más no te talles ves y enjuagate, lo que hice fue echarme agua volví a regresar, pero ya no aguantaba el dolor”, comentó.

Y agregó, “Fui directamente a la oficina y ahí estaba el que siempre está ahí, Javier. Le digo que ya no aguanto el dolor, me arde bastante, primero me atendió la enfermera, hay una enfermera que va una hora, a veces iba, a veces no iba, dependiendo, me lavó con una jeringa con agua y le habló a un doctor, supuestamente es un especialista y le preguntó si había riesgo de alguna infección, el doctor le dijo que no, que podía seguir laborando y me regresan al lugar donde estaba valorando".

Pese a la urgencia, hasta dos horas después el personal de la empresa decidió llevarla a una consulta en una farmacia "Similares", donde nada pudieron hacer por su ojo, en lugar de mandarla a la clínica del Seguro Social la regresaron a laborar.

"Dos horas después me llevaron a similares aquí de Cuauhtémoc, en ningún momento me llevaron a un hospital, me trajeron a similares y el doctor dijo que no me podía revisar porque traía una fuerte infección. De ahí me volvieron a regresar a trabajar, nada más me dieron unas gotas y yo les dije que no podía seguir laborando, que me dolía mucho, cuando ellos me revisan el ojo yo ya traía una nubecita blanca en toda la pupila, ya no miraba nada, entonces me sacaron al comedor y yo pedí mi hoja de seguro, entonces me dicen que me espere y me la entregaron hasta las 8 de la noche, que es cuando salimos todos", expresó.

Claudia, pese a ya no ver con un ojo, tomó por sus propios medios un autobús que desde su casa hasta el hospital se tarda aproximadamente una hora, sin embargo, de ahí la mandaron hasta la Clínica de Madero, donde le diagnosticaron úlcera corneal perforada.

"Me internaron luego luego, llegando me checó el oftalmólogo y me inyectaron, que tenía una fuerte infección y que podía perder el ojo, me preguntaron por qué hasta ahorita y les dije que batalle para la hoja del Seguro. Se me hizo una úlcera corneal, me perforó la córnea la infección, por una bacteria que me fue carcomiendo la pupila y perdí el ojo, estuve un mes internada y de ahí nunca fueron a verme, ni una llamada, nada", mencionó.

La empresa encargada de la corredora de cebolla es de capital estadounidense y desde el incidente donde quedó incapacitada le dieron la espalda, incluso, Claudia relató que pasan en camionetas pero no le dirigen la palabra.

Ante esta situación, Martínez Tovar interpuso una denuncia en el Juzgado Cuarto de lo Civil, bajo el expediente 836/2018, con la intención de reclamar 2.5 millones de pesos por daño moral, reparación de daños y perjuicios.

"Que me paguen lo de mi ojo y que ayuden más que nada por mi hija, que paguen el daño porque saben que fue ahí en la empresa, porque el señor Javier estuvo presente cuando paso el accidente, ahorita están diciendo que a lo mejor ya estaba así, yo tengo muchas fotos donde estaba bien de mis ojos", manifestó.

Claudia actualmente recibe una pensión aproximada a los mil 800 pesos al mes, lo que no le alcanza para mantener a su hija, además se encuentra desempleada, pues por la pérdida de su ojo nadie la ha querido contratar.

"Ya no es lo mismo como antes, la gente se te queda viendo, pero ya no hago caso, trato de salir adelante, es lo único que estoy pidiendo,  a veces sí pero trato de no clavarme tanto en lo que me paso, a veces no salgo y si salgo tengo que salir acompañada, porque tengo miedo", finalizó.