Será cosa de la política, pero la visita que encabezó el pasado viernes a Tamaulipas, más concretamente a Reynosa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, unificó criterios, porque dejó inconformes a todos. El objetivo, la presentación en sociedad de la Franja Fronteriza, proyecto económico que el presidente decidió fuera sólo por dos años, debido a las observaciones de sus asesores en el sentido de que ese proyecto iba a terminar fracasando.

Y entonces, López Obrador decidió que los beneficios fiscales en la franja fronteriza del norte de México fueran sólo por dos años. ¿Dos años? Para la vida de un país dos años no son absolutamente nada, un suspiro de tiempo, que fenecerá en cuanto los contribuyentes empiecen a entenderle. Y entonces recordamos que tuvo el nuevo gobierno federal siete meses para planear y diseñar este proyecto de la Franja Fronteriza que ofreció en campaña, y lo hizo, lamentablemente, sobre las rodillas, por lo que se ve y por lo que se escucha en las calles.

Hoy lunes 7 de enero se espera la publicación de una miscelánea fiscal para la zona franca y conocer, bien a bien, como se aplicará el cobro y el pago de impuestos a quienes viven en esta región. El asunto es que, si desde el 2 de julio sabían que iniciaría este proyecto, desde el dos de diciembre se hubieran publicado las reglas de operación fiscal y se hubiera arrancado una agresiva campaña de difusión a lo largo de la frontera para que todos supiéramos de que se iba a tratar. Sin embargo, algo pasó porque al día de hoy nada, sólo rumores.

Pero regresando a nuestro tema, primero le comentaré que el evento presidencial se realizó en un muy pequeño salón con capacidad para menos de trescientas personas en un hotel de la Zona Dorada de Reynosa. Y entonces, en los alrededores del lugar, se manifestaron muchos grupos contra lo que consideraron el desprecio presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Segundo, el evento empezó con más de hora y media de retraso, lo que dejó en claro “el poco respeto presidencial” por el tiempo de los invitados.

Tercero, a la entrada del salón en donde se desarrolló el evento, sólo se permitió el acceso a empresarios connotados, líderes de organismos privados, dirigentes sindicales  y políticos y prohombres de rancia alcurnia, pero no al pueblo, a ese que el pasado primero de julio ofrendo su voto a favor del Movimiento de Regeneración Nacional, a esos hombres y mujeres que creyeron en las promesas de la cuarta transformación de México, a esos hombres y mujeres que hoy lloran por sus parientes y familiares desaparecidos y a quienes no se les escuchó ni para darles una palmada en el hombro. Ese pueblo que llevó al Palacio Nacional a Andrés Manuel López Obrador estuvo ausente de poder manifestarle sus problemas a quien hoy gobierna a todos los mexicanos.

También, los comunicadores y representantes de los medios de comunicación de Reynosa se sintieron excluidos de la reunión presidencial, menospreciados, ignorados, y se calcula que más de la mitad de los reporteros que acudieron a cubrir el evento del presidente de la República no fueron acreditados para estar presentes en el lugar, para poder informar sobre las circunstancias que se vivieron al interior del Salón Veranda. A decir de ellos mismos, “recibimos una sonora bofetada” sentenciando el desprecio presidencial.

Asimismo, entre los inconformes y enojados asistentes que no pudieron ingresar al recinto, se contaron diversos activistas sociales y pequeños empresarios quienes se quejaron del mal trato presidencial, cuando su objetivo era, evidentemente, escuchar de la propia boca presidencial todo lo referente a la zona franca y quizás llegaron con la esperanza de poder dialogar con el mandatario sobre las difíciles circunstancias económicas que en los últimos años los han afectado, a ellos y sus negocios, que por cierto aún y con ello mantienen familias, pero la realidad les propinó un sonoro revés: no hubo ni el acceso al pueblo y menos la posibilidad de plantear al presidente las inquietudes que los atormentan.

La gente del pueblo se sintió decepcionada. Quienes llegaron hasta Reynosa de otras ciudades, no lograron ver al presidente de México ni mucho menos saludarlo. Y por supuesto tampoco pudieron intercambiar algunas palabras con él y, eso, decepcionó a muchos que soñaron con lograrlo.

O como quien dice, Juan Pueblo despertó a la realidad: la campaña ya se terminó. Y las promesas de un trato diferente quedaron en eso, sólo promesas y lamentablemente a todos ellos les quedó claro que los tiempos del presidencialismo centralista y exacerbado, siempre no se fueron. ¡Qué pena

1. ¿Será cierto, cómo se rumora con insistencia que, en un restaurante de gran alcurnia de la Avenida Tamaulipas de Ciudad Victoria, conocida coloquialmente como el 8, en ese lugar que tiene el Don, fue despreciado y casi sacado en vilo, a empellones y escobazos, al ex gobernador Egidio Torre Cantú? Creo que el hombre amargamente está aprendiendo que no es lo mismo tener el poder que haberlo perdido

2. Este lunes, el arrogante e insensato ex diputado federal Humberto Prieto, quien como político ha sido malo, pero como empresario peor, ofrecerá una rueda de prensa para anunciar que se sacrificará por la sociedad de Reynosa y buscará una candidatura a diputado local para la renovación del Congreso el próximo mes de junio. Vamos a ver que ofrece este personaje que ya demostró que no pudo ser ni candidato a alcalde ni a diputado local en 2016, pero parece que el cochinito que tenía de cuando era legislador federal y fugaz empresario ya se le está acabando

3. Finalmente le comparto que concluyó el periodo vacacional de invierno y todos, chicos y grandes, nuevamente regresan a trabajar. Prepárese para un día difícil, como todos los regresos a laborar y a echarle “hartas ganas” pues el próximo descanso largo, el periodo vacacional de Semana Santa, será a partir del 12 de abril para regresar el 29 del mismo mes. A ponerle todo el empeño y que las cosas las hagamos de lo mejor.

Gracias por recibirnos. Sus comentarios son bien recibidos en nuestro correo electrónico hipodromo.politico@gmail.com.

Y también estamos en twitter @CarlosCortesMX.

Columnista en HOYTamaulipas