Sección: Especiales / Crónica
El adiós a Rodolfo
El 29 de junio fue de duelo, de tristeza e indignación. La alegría y esperanza que despertó el doctor Rodolfo Torre Cantú…
Por: Carlos Pineda /Ciudad Victoria
27/06/2011 | Actualizada a las 22:38h
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El 29
de junio fue de duelo, de tristeza e indignación. La alegría y esperanza que
despertó Rodolfo Torre Cantú en varias ocasiones en el Polyforum Victoria se
apagó. Un día antes de que fuera asesinado, en ese lugar había entrado con una
actitud triunfante, para presentar el documento “El Tamaulipas que todos
queremos”.
El difunto candidato a gobernador de Tamaulipas regresó a
ese recinto, pero ahora en un féretro de fina confección, acompañándolo su
esposa Beba de la Garza de Torre y sus hijos Paulina, Rodolfo y Ana Graciela.
A su lado iba el exgobernador Eugenio Hernández Flores y
su esposa Adriana González de Hernández.
Para esa hora, el Polyforum ya estaba saturado de los
hombres priistas de corazón y las mujeres divinas… Sí, de ellas, a quienes el
10 de mayo de 2010 Rodolfo les había cantando la canción del mismo título.
Al borde del llanto recibieron a Torre Cantú, a su
coordinador de campaña, Enrique Blackmore Smer y a tres escoltas que, junto a
él, les cortaron de tajo la existencia y truncaron el sueño de miles de
tamaulipecos que veían en Rodolfo la esperanza de un mejor futuro.
Los cinco féretros fueron escoltados por el pasillo
principal rodeado de miles de priístas provenientes de distintas partes del
Estado; gobernadores de quince entidades del país y la entonces líder nacional
del PRI, Beatriz Paredes Rangel, así como los dirigentes nacionales del Partido
Verde Ecologista, Emilio González, de Nueva Alianza, Jorge Kawashi; senadores
de la República, diputados federales, locales y amigos, familiares y deudos.
El recinto rodeado de cientos de coronas y arreglos
florales estalló en aplausos cuando ingresó Rodolfo Torre Cantú, guiado por su
coordinador Tinajero.
Una melodía titulada “Para que tú estés mejor” hizo
brotar las lágrimas de los presentes, quienes los recibieron con un prolongado
aplauso, ese que en muchas ocasiones le dieron por ganarse con hechos y
acciones su confianza para buscar gobernar el Estado.
Los féretros de los cinco acaecidos fueron colocados a
un costado de la foto de Torre Cantú, en la que lucía la sonrisa que lo
caracterizaba, con la mano empuñada y el dedo pulgar levantado.
“Se ha privado a Tamaulipas de un hombre humanista con un
gran don de gente que hizo de su capacidad de servicio la nota que nos permitía
distinguirlo”, señaló el entonces gobernador Eugenio en su mensaje luctuoso.
Dijo que la afrenta de la violencia irracional no debe ni
puede quedar impune y aseguró que no permitirá que la impunidad ofenda a
Tamaulipas y México, por lo que exigió al Gobierno Federal acciones rápidas y
efectivas para esclarecer el crimen.
Fue entonces cuando de manera espontánea surgió el grito
unánime.
“¡Justicia, Justicia, Justicia…!”
A ese reclamo se sumó la presidenta nacional del PRI,
Beatriz Paredes Rangel, y dejó en claro que el priismo nacional estará en todo
momento con Tamaulipas.
“Honramos a Rodolfo por todo lo que significa, no por lo
que significó. Los valores que Rodolfo significa son valores permanentes.
Quédense nuestro corazón, dolor profundo y lealtad... La lealtad de Rodolfo”,
dijo.
Y agregó: “Es la lealtad del PRI de Tamaulipas; por esa
lealtad somos grandes y son grandes los tamaulipecos. Vamos a vencer al dolor
porque el crimen no nos va doblegar”.
Pero más emotivo aun fue la intervención de Egidio Torre
Cantú, hermano del extinto candidato del PRI, Verde Ecologista y Nueva Alianza
y actual gobernador de Tamaulipas, al ser el candidato sustituto al gobierno
del Estado.
Para recordar la memoria de quien fue su hermanito,
prefirió guardar el documento que traía preparado.
“Les iba a leer la biografía de mi hermanito Rodolfito,
pero mejor les voy a decir lo que nos dice en su biografía… La biografía de
Rodolfo no dice que compartimos que un día quiso gobernar Tamaulipas para
llevarlo a nuevos horizontes, en donde el cielo fuera el límite; sin embargo,
los sueños truncan, se rompen”, expresó.
Y con el nudo en la garganta asentó:
“Fue mi gran hermano, mi amigo, mi hermanito”.
Recordó que apenas el domingo lo acompañaron al mismo
recinto del Polyforum para su visión de Tamaulipas, impreso en el documento que
llamó “Mis compromisos para el Tamaulipas que todos queremos”.
Y con voz fuerte pidió:
“Su visión, su sueño de arranque, los sueños se rompen,
los sueños se interrumpen… Hoy, con el corazón en la mano, les pido que el
sueño de Rodolfo no se rompa, que no se interrumpa. Demos todos nuestro mayor
esfuerzo para lograr el Tamaulipas y México que todos queremos”.
Fue entonces cuando surgió el grito que quebrantó hasta
el más duro sentimiento.
“¡Rodolfo, Rodolfo, Rodolfo…!”
Luego vinieron las guardias de honor frente al freto.
Dos horas después fue despedido con aplausos para ser
trasladado a su última morada, pero con el compromiso de sus seguidores de
honrar su legado y hacer realidad su aspiración de devolver la tranquilidad a
Tamaulipas y velar por los que menos tienen.
“Para que todos estén mejor”.
A un año de la tragedia, este 28 de junio, en las
oficinas del PRI Tamaulipas se realizará un acto en donde recordarán a Rodolfo
Torre y develarán un esfinge.
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El 29 de junio de 2010, el cuerpo de Rodolfo Torre ingresó al Polyforum Victoria, donde le dieron los priístas y la sociedad el último adiós Fotografía Marco Esquivel
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