El fenómeno de la migración mundial ha tenido un peligroso giro, volviéndose un tema espinoso, haciendo retroceder voluntades para aceptar que la población del sur tienda a emigrar y ser aceptados en el norte, tanto en el continente americano, como en los continentes europeo, asiático y africano.

Estos movimientos humanos migratorios, son reconocidos como “migraciones forzadas”, “auténticos éxodos”, debido a que no se están presentando en forma natural e individual, sino que ahora se registran huidas masivas de un país a otro. 
El nuevo fenómeno de las caravanas con diásporas de transmigrantes arriba de mil personas - Familias enteras, personas con alguna discapacidad, comunidad LGBT, mascotas, incluso niños solos y mujeres embarazadas -, y la organización de ellas por especialistas, como el caso de la ONG “Pueblos sin Fronteras”, buscan aminorar los riesgos en tránsito. 

Por lo que dieron forma para que éstas, de ser hechos aislados, resultaran en lo que está sucediendo desde el 12 Octubre 2018, con una caravana iniciada en San Pedro Sula Honduras con solo mil gentes, se fue haciendo masiva en el trayecto, contabilizando más de nueve mil personas al 18 Noviembre 2018. Caravana multinacional, al integrar ciudadanos de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Haití, México, entre otras diásporas. Todos con una misma meta: Huir del hambre y la muerte, buscando el sueño americano.

Este fenómeno aún no termina, apenas empieza. Veremos en los próximos días el desenlace de esta triste historia de éxodos humanos huyendo de sus países. Lo más preocupante será saber si los migrantes una vez concentrados en la suma total -9 mil personas- en la ciudad de Tijuana, optarán por violentar la entrada a los Estados Unidos, en lo que ellos llaman “El Portazo Desesperado”. 

En esta nueva historia, los migrantes pasarán de la pesadilla americana al nuevo sueño mexicano; al restringir Donald Trump el asilo humanitario, estos grupos se radicarán en las fronteras mexicanas, desde Tijuana Baja California, hasta Matamoros Tamaulipas.

Por estas expectativas que afectan en forma clara y directa a México y los mexicanos, hoy observamos una clara polarización entre los mexicanos. Unos a favor y otros en contra. No es justo que esto nos suceda y pone a prueba al alto sentido de solidaridad y humanismo que nos distingue a este gran pueblo de México.

Por ello opino, que la solución no es reprimir a los migrantes. La solución de largo plazo, será atender las causas que originan estos fenómenos migratorios. Erradicar los grupos delincuenciales que promueven las migraciones a través del “tráfico de personas”. Atender las causas de la pobreza, desempleo, desigualdad, discriminación y violencia. La respuesta la tienen los políticos de los países pobres como los ricos. Al mundo le urge revisar y modificar las corrientes neoliberales de la economía. 

Es menester cambiar al modelo económico mundial. ¡No a Muros. Si a Puentes! "Esto no es una caravana, es un éxodo creado por el hambre y la muerte".  Irineo Mujica, director de la ONG Pueblos sin Frontera.

DESENLACE PREVISTO A CARAVANAS:

Por todo lo aquí descrito, podemos afirmar ante los acontecimientos recientes de las tres caravanas de migrantes centroamericanos, que la forma de atención hasta ahora experimentada del problema migrante de centroamericanos en tránsito por México, con rumbo final el cruce de la frontera con EUA, ha cambiado.

Por un lado me equivoque al pensar que el grueso de las caravanas se enfilarían hacia las fronteras de Nuevo Laredo y Reynosa Tamaulipas.

Leyendo las constantes amenazas y declaraciones del presidente de EUA, Donald Trump, podemos interpretar que la mayor parte de los 9 mil migrantes de estas tres caravanas, no podrán cruzar la frontera norteamericana, y por ello estarán por mucho tiempo dentro de la frontera mexicana, ahora estancados en Tijuana, principalmente.

Se sabe que en Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros no han arribado grandes contingentes como se estimó en un principio.

Este nuevo escenario, tienden a convertir en una realidad nuestra pregunta de inicio de este fenómeno (12 de octubre 2018) que reza ¿Serán estas nuevas caravanas el fin del viejo “sueño americano”, y el inicio de un nuevo “sueño mexicano”?

Entendiendo con esto, que México dejará de ser un país de tránsito de centroamericanos y migrantes de otros países, para convertirse en el nuevo destino donde los migrantes verán la posibilidad de encontrar en nuestro país la opción de un nuevo estilo de sobrevivencia.

En un principio, México venía siendo solo un país de tránsito de migrantes de Centroamérica, que si bien cruzaban por nuestras carreteras, lo hacían en forma ordenada, parcial, con bajo perfil, sin registrar caravanas mayores a 300 personas, siempre en el marco de algunas fiestas religiosas, como es el caso de la época de semana santa (marzo y abril de cada año).

A partir de las amenazas que los migrantes centroamericanos fueron sufriendo en los últimos años por secuestros masivos, fueron cambiando la manera y medios para cruzar por nuestras tierras,

El uso de caravanas migrantes y la organización de ellas, ahora buscan aminorar los riesgos en tránsito, dieron forma para que estas, de ser hechos aislados y no masivos, resultaron en lo que ahora sucedió a partir del 12 de octubre de este año, con una caravana que se hizo masiva, además que se radicó no solo con los migrantes hondureños de inicio.

Sin embargo, habrá que reconocer que estas caravanas no se originan por generación natural, entendiendo las causas principales que las originan (hambre, desempleo, pobreza, desigualdad, violencia, etc.), atrás de estos éxodos humanos, se encuentran mentes criminales amparadas en la imagen de grupos no gubernamentales (ONG´s), algunos de buena Fe, otros no tan inocentes.

Aquí es donde el binomio de las caravanas de migrantes y la llamada “trata y tráfico de personas”, aparecen al centro del problema. No es casual, que este fenómeno aparezca en tiempos de cambio político del gobierno mexicano - El 1 de diciembre de 2018 toma posesión el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador -, desde los tiempos de campañas políticas en México (enero a junio de 2018), fue muy criticada las formas de gobierno del presidente saliente Enrique peña Nieto, denostando hasta el cansancio las llamadas reformas estructurales del mismo, entre ellas, fueron muy cuestionada sus políticas migratorias, derechos humanos, principalmente, sus políticas de seguridad interior a través del uso y abuso de las fuerzas armadas.

En forma externa al país, mucho se ha comentado, la forma como el gobierno del presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, viene abordando este fenómeno migratorio. Desde su campaña preelectoral el viene abanderando el tema migratorio como parte central de su discurso.

La narrativa de construcción del Muro fronterizo, que lo pagaría México, que los migrantes son gente criminal, que se aprovechan de ellos y se insertan grupos terroristas de oriente, entre muchas otras “Fake News” del ahora presidente, lo hicieron posicionarse en una gran masa de votantes norteamericanos que creyeron en sus dichos mal intencionados.

Ahora en este segundo momento de las caravanas de centroamericanos, Trump aprovechó el tema y dio a entender que lo migrantes centroamericanos eran una “amenaza a la seguridad interior de los EUA”, con ello justificó la actual militarización de la frontera sur de EUA con México, utilizando cerca de 5 mil 600 militares, que realizan labores de vigilancia y refuerzo de los cercos con “alambradas de púas y de navajas”.

La respuesta de las votaciones de las elecciones intermedias de EUA, donde se renovó a la Cámara de Representantes (diputados) y de Senadores, no fue la esperada de Donald Trump, perdiendo la mayoría de la llamada cámara baja contra el partido Demócrata. Esto está mostrando que cada día los norteamericanos no creen en los discursos xenofóbicos de su presidente.

Sin embargo un hecho real debemos reconocer en este actualizado problema migratorio de las caravanas y éxodos de centroamericanos.

A la hora que termino de redactar estas últimas reflexiones, ya se encuentran cerca de 4 mil centroamericanos hondureños principalmente en la frontera de Tijuana con California, EUA. Se conoce que están en tránsito otros grupos de migrantes de la segunda y tercera caravana, estimándose que en pocos días se registren alrededor de 9 mil migrantes en ese punto neurálgico.

Por otra parte, también reconocemos que lo migrantes escogieron la ruta más larga para llegar a su meta de Estados Unidos, dejando detrás la ruta tradicional y más corta, que es la de la Costa del Golfo de México por medio de los estados de Veracruz y Tamaulipas. Este nuevo fenómeno se explica por el temor de ser amenazados por los grupos criminales de esa región.

Sin embargo se registran grupos aislados y separados del grueso de las tres caravanas, al difundirse que en Nuevo Laredo ya arribaron esta semana (14 de noviembre de 2018) 250 migrantes de Centroamérica, otro número similar lo hicieron en las ciudades de Reynosa y Matamoros Tamaulipas. La hipótesis inicial de mis relatos fue contradicha, al estimar que la mayoría de migrantes de las tres caravanas escogerían la ruta de Tamaulipas.

Este fenómeno migratorio podrá tener dos posibles conclusiones: 1. Estados Unidos les podrá dar asilo humanitario, en forma ordenada y con esperas de largo plazo; 2. EUA no permitirá que entren a su frontera, y los migrantes se podrán dividir entre los que seleccionen quedarse a vivir y trabajar en las fronteras mexicanas, y los menos, que decidan acogerse al programa de retorno seguro a sus comunidades de origen.

Si se llegara tener buena respuesta a la posible acogida del gobierno norteamericano, lo que se estima pudiera suceder, es que el nuevo fenómeno de las caravanas masivas estilo éxodos de migrantes, se establecerían como la nueva forma de movilidad migratoria, amenazando por despoblar a los países pobres de Centroamérica, y del resto del mundo marginado del sur.

CONTINUARÁ....

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.