Definitivamente, en materia de obra pública siempre habrá prioridades discutibles, porque lo que es urgente para unos no lo es para otros, y así siempre sucede: el claro ejemplo de las calles que hay que atender y no se puede hacer el trabajo al mismo tiempo en todas, para lo que se requiere establecer un orden para trabajar. De esta forma, primero el 1, luego el 2, y así, sucesivamente.

Y aplica en todo nivel y obra, así como rubro.

En ese sentido, vemos el trabajo que lleva a cabo el ayuntamiento de Victoria, y nos da gusto ver que se está poniendo mucho entusiasmo, y pedimos que haya un poco más de reflexión sobre lo que se realiza.

Hace poco atendieron el paso de las vías del tren con la calzada Luis Caballero. La gente está contenta, sin embargo, pasarán unas semanas para que se levante el asfalto que han puesto, y al paso por el cruce que sigue hacia el sur, vemos que, por lo que se conoce como el Puente Negro -como para el rumbo de la UAT- se hizo un trabajo completo, con rejas especiales y un concreto que no se ha levantado en décadas.

Se gastó más, se tardaron más, pero la obra sigue ahí y ha presentado muchos beneficios para los victorenses. Quisiéramos que sucediera lo mismo en todas las cosas que hacen.

Otros ejemplos los vemos en muchas calles que son cerradas al público para atender sus baches, y la verdad es que se está trabajando intensamente y en forma diligente: no es magia: se requiere trabajar, y en ese sentido, la autoridad municipal sigue su ritmo y orden de las obras.

Hay muchas, pero muchas calles susceptibles de arreglo y que esperan su turno, y no debemos desesperarnos, porque no se puede hacer todo a la vez.

El alcalde Xicoténcatl González está respondiendo a la confianza ciudadana y esperamos lo siga haciendo, con mayor empuje y velocidad.

Es menester comprender que algunas obras se llevan tiempo en su finalización, por lo que es meramente imposible tenerlas de la noche a la mañana.

Lo que sí se podría hacer es ocupar a los señores de las motocicletas que cobran como agentes de tránsito, y que en lugar de estar apostados de cacería en el Boulevard se vayan a los cruceros “pico” a ordenar y regular el tráfico que urge de una buena mano y organización.

Hay mucho caos vial hoy en día, y los agentes brillan por lo general por su ausencia; mal acostumbrados a las administraciones solapadoras, hacen poco por cumplir su labor. Hacemos votos porque se les imponga una rutina efectiva y nos ayuden realmente a regular el tráfico, que es algo de lo que se considera su función.

Sí: hay calor y se asolean mucho, pero es el trabajo que eligieron para subsistir, así que no queda más que cumplirle a la ciudadanía que somos los que pagamos sus salarios en forma indirecta.

En todo esto de la obra vemos infinidad de publicaciones en redes sociales, las que no se pueden considerar como órgano oficial de nada, y gente que se empeña en ver lo malo de las administraciones.

Sería mucho mejor si, en lugar de publicar en redes y estar tomando fotos de todos esos baches los reportáramos ante la autoridad competente, y que nos den u número de orden o seguimiento para garantizar que nos están haciendo caso.

De esa forma dejaríamos mucho del chisme que se ha popularizado tristemente, y tendríamos, seguramente, mucho mejores resultados.

La autoridad también suponemos que debe considerar canales adecuados de comunicación, porque es un hecho que no todos tenemos redes sociales, y no pueden hacerse a un lado a los medios tradicionales para dar a conocer avisos, acciones y más.

Es, como hemos dicho, la conjunción de esfuerzos entre ciudadanos y autoridades, donde unos apoyemos a los otros con la idea de sacar el mayor de los beneficios. No olvidemos: quien gana en todo este asunto es Victoria y sus habitantes.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.