Brasilia, (Notimex).- La mayoría de los brasileños rechaza permitir la portación de armas, según una encuesta publicada la víspera de la segunda ronda de la elección presidencial, en la que los dos candidatos tienen posturas diversas sobre esta cuestión en un país azotado por la violencia.

Un sondeo del Instituto Datafolha de Brasil indicó que el 55 por ciento de los brasileños cree que "la posesión de armas debe ser prohibida, ya que representa una amenaza a la vida de las personas".

La encuesta, aplicada a nueve mil 173 electores, revela que un 41 por ciento cree que "poseer un arma legalizada debería ser un derecho del ciudadano para defenderse", un incremento de 11 puntos respecto a 2013.

El debate sobre la portación de armas en Brasil, un país que tuvo 63 mil homicidios el año pasado, está en el centro de los programas de los dos candidatos a la Presidencia, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad.

Bolsonaro, un exmilitar, prometió legalizar la portación de armas para civiles si vence mañana en las elecciones, en las que es el gran favorito, e incluso vinculó su imagen al gesto de sostener un fusil.

Empresas de fabricación de armas brasileñas tuvieron, como resultado de esta postura, un crecimiento exponencial en la bolsa de valores de Sao Paulo en las últimas semanas, mientras Bolsonaro tenía un auge en las encuestas.

Haddad, sin embargo, reiteró este sábado que más armas en el país supondrá más violencia, y citó ejemplos como el de Estados Unidos, donde el número de homicidios no se ha logrado reducir debido a que se permite que civiles estén armados.

En 2003, Brasil aprobó una ley para tratar de reducir el número de armas en circulación, al considerar que era una medida efectiva para combatir la criminalidad.

Sin embargo, datos del año pasado mostraron que solo en 2017 fueron registradas 33 mil nuevas armas, 10 veces más que en 2004, cuando entró en vigor el estatuto para el desarme en el país.

Los asesinatos con arma de fuego, por su parte, no han cesado de crecer en un país que tiene estadísticas de muertes violentas similares a las de naciones en guerra.

Brasil registró en 2017 el año más violento y continuó con su tendencia alcista en número de asesinatos, con 63 mil 880 víctimas en ese año, es decir, siete por hora, según un estudio publicado en 2018.