Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Un total de 45 congoleños cansados, decepcionados y sin dinero residen en esta frontera desde hace algunos días, en su intento fallido por cruzar a los Estados Unidos,.

Después de meses de recorrer Centroamérica -algunos parte de Sudamérica- llegan con el último aliento que les queda a esta ciudad, donde se les niega el paso al vecino país.

Como pueden se comunican con los neolaredenses que ven en las calles, para conseguir algo de apoyo, ya que prácticamente las reservas de dinero que tenían se terminaron hace tiempo.

El idioma es una barrera, pero la necesidad es aún más fuerte, ya que los habitantes de la República del Congo, hablan el idioma propio del país, mientras que otros manejan portugués y francés, vestigio de los países europeos que les colonizaron.

“Aprendí francés en la escuela, hablo poco de portugués”, comenta un hombre, quien viaja con su esposa e hijo, mientras pide que se le compre un refresco o un agua.

Actualmente 45 migrantes africanos se encuentran en la Casa del Migrante Amar, ubicada en el Centro de Nuevo Laredo, donde se les brinda techo y comida, pero aún así, no tienen más para otras necesidades.

Aaron Mendez Ruiz, pastor y director de la Casa del Migrante, dijo que la mayoría de ellos vienen desmoralizados, ya que después de una larga travesía. 

“Han tenido que atravesar varios países, algo que los han marcado es que duran un mes para atravesar la selva, por lo que tienen que dormir de noche y caminar de día, lo que les deja malos recuerdos”, explicó.

Esta experiencia, sin duda es necesaria para muchos de ellos, ya que la situación en aquél país, que si bien es rico en recursos naturales, tiene grandes problemas de gobernabilidad.

El pastor, indicó que el estado de salud de estos, no es muy bueno, por lo que se les ha atendido por parte de varias autoridades, pero que aún así tienen diferentes necesidades.

“Vienen sin dinero, vienen pidiendo para llegar aquí, vienen deshidratados, principalmente los niños, con diarrea y el cambio de comida”, dijo.

Comentó que actualmente se está pidiendo apoyo, para los migrantes africanos que cada vez es más común verlos en las calles de Nuevo Laredo, principalmente a unas calles del puente, esperando la oportunidad para poder cumplir su sueño.

“Lo que necesitan principalmente son pañales de 1 a 3 años y agua, sí, es lo que piden”, dijo.
Además de esto, dijo que algunos piden que se les ayude con algunas verduras y productos que forman parte de su dieta, mismos que son difíciles de conseguir.

“A veces tengo que llevarlos por comida que ellos van a consumir, para que estén bien; la forma de preparar las cosas tiene que ver mucho”, dijo.

La Casa del Migrante Amar, se encuentra en Canales 2112 en la zona centro de Nuevo Laredo, donde se recibe el apoyo.

aasf