Primero fue Egidio, el que anunció  una derrama de cinco mil millones para el estado,  en el rubro energético, en el 2016. Hoy, el sexenio panista, propala una explosión de cientos de miles de millones  de  dólares.

Pero, tanto ayer, como hoy, los bolsillos de las mayorías tamaulipecas, siguen igual de pobres.

¿Quiénes son los que realmente están haciendo negocios en la entidad? ¿Quiénes son los que tienen esa virtud, como el célebre Rey Midas, de convertir todo lo que tocan en oro, cuando a las familias tamaulipecas, cada vez les alcanza menos, para comprar, lo estrictamente indispensable?

La noticia es como para  volverse loco y gritar  de felicidad: Tamaulipas  va a beneficiarse  con  una inversión de ochenta mil millones  de dólares, lo cual equivale   a un billón, 506 mil ,996 millones  de pesos.

Sea el presupuesto de varios sexenios, si tomamos en cuenta que el gasto público de una administración como la panista, en seis años, podría  erogar, poco más  de 300 mil millones.

Recientemente, el gobierno estatal  acaba de dar a conocer que, de los 200 mil millones de inversión extranjera,  destinados para  México, en materia energética, el 40 por ciento, serán para  nuestro estado, lo cual, traducido en moneda nacional, nos  da la fantástica  y casi mágica cifra que le mencionamos líneas arriba.

Lo delicado  de todo este asunto, es que, los beneficios de esta macroeconomía neoliberal, no se reflejan  en el ingreso per cápita. O lo que es  lo mismo,  dichos ingresos, brillan por su ausencia, cuando los  medimos en los beneficios por cada una de las personas que habitan en la entidad. Seguimos igual de pobres…o peor.

Hay creciente desempleo, y en ciudades  como Victoria, escasea el circulante, por el hecho de que  esta ciudad, por su carácter de urbe burocrática, siempre  vivió  de los ingresos municipales, estatales  y federales.

Hasta ahora, el grupo panista en el poder de Palacio,  le compra hasta las coca colas a proveedores  de Reynosa, y se habla que las familias que están haciendo negocios con  el actual sexenio estatal,  son amigos y parientes, radicados  en el Valle  de Texas. En el tema de la obra pública, entre los constructores locales, se escucha el lloradero y el gruñir de tripas. No hay circulante. Victoria está pagando caro, su único pecado, (que el cabecismo no le perdona), de haber sido, durante  varias décadas, el centro político de los gobiernos priistas.

La situación para las familias   del centro del estado,  es poco más que desesperante. Pero también  en las ciudades  del norte del estado y en la región del sur, cala la falta  de incentivos, para  lograr  el fortalecimiento   dela economía  familiar.

Uno de los factores que más inhiben la  recuperación  en el nivel de ingresos  de las familias trabajadoras  y de clase media, es el tema  de la inseguridad. Y esto obedece a que hace más de una década, los ciudadanos podían crear pequeños negocios, que se convertían en cadenas  de comercialización y de intercambio entre los diversos pueblos tamaulipecos.

Los de las costas traían a la región centro, productos pesqueros a bajo precio. Y los de tierra  adentro,  comercializaban con el litoral y con la frontera, productos  alimenticios como quesos, y embutidos  de res o puerco. Había también los dueños de ranchos  citrícolas que  vendían a precios accesibles  sus  naranjas.

Hoy, todos esos  círculos virtuosos  de la economía  doméstica  y regional se han roto, como consecuencia  del clima de angustia y de zozobra, generado por  la inseguridad. Los ranchos y pequeñas huertas  se han quedado solos.

La economía se encuentra paralizada y lo que antes  era bullicio comercial  y dinámica de intercambios, en los pueblos tamaulipecos,  se encuentra  convertido en un triste páramo de soledad y pobreza.

Por eso, cuando  desde el gobierno estatal, se hacen este tipo de  anuncios  que buscan posicionar una imagen boyante y multimillonaria,  los ciudadanos que  viven una economía  del día a día, francamente no comparten este tipo  de percepciones.

Tamaulipas y su economía  familiar, no solo está en bancarrota, como lo acaba  de dictaminar, (refiriéndose a todo el país)   el próximo Presidente  de México, Andrés  Manuel  López  Obrador.

Tamaulipas  además  de estar en la brutal quiebra de sus negocios y de sus expectativas de desarrollo económico, padece el grave problema de un patrimonio inseguro, y  de tener que aportar cuotas a los delincuentes,  hasta por vender  una bolsa de  cacahuates.

Nuestra entidad y quienes aquí habitamos,  hacemos votos porque el próximo gobierno de la república, reconozca, de una vez por todas  la precaria situación que vivimos  en Tamaulipas. Y se aboque a corregir los  factores  que  hasta ahora, están provocando que, en cualquier otro lugar del país, sea mejor para  residir, que en nuestro estado.

Ya tenemos poco más de  diez años, padeciendo esta grave parálisis, en materia  económica. Esperemos que el gobierno federal y quienes ocupan los principales puestos, empezando por el Presidente  de la República, se apiaden de Tamaulipas. Y nos devuelvan, las libertades  y el ambiente  de paz social,  que se requiere para  restablecer el tejido social.

Mientras esto no ocurra,  la simulación  seguirá siendo nuestra principal carta de presentación, ante el resto de la república. Y muchos, desde  otros estados, nos seguirán viendo como una tierra privilegiada, que  recibe  inversiones multimillonarias  en dólares, cuando en la realidad, esto no es así.

Los grupos de la inversión extranjera, como es el caso de los que actualmente participan en el rubro de la energía eólica, no le dejan el más mínimo beneficio a las comunidades donde se asientan los gigantescos abanicos, aerogeneradores de energía.

De tal manera que, en pueblos como el de Llera, donde se localiza el majestuoso parque eólico de Tres Mesas,  es hora que sigue habiendo grandes niveles de pobreza social. La luz  que les cobra la CFE  a los llerenses, es igual de cara. Y en el pueblo no se ve reflejado ningún beneficio para  sus familias.

Fernando Acuña Piñeiro

Egresado de la Escuela de periodismo en la UAT.

Ingresó al periodismo desde 1985. Ha colaborado  como  reportero y columnista, en los principales diarios y portales  de Tamaulipas, (Expreso de Victoria, La Razón de Tampico, Expreso Matamoros,  Diario de Tampico, Reporteros en la Red y Gaceta, entre otros.