Los que están involucrados en estos menesteres sanitarios saben que hay que hacer mucha tarea para aspirar a ser una comunidad saludable. Las autoridades estatales, en el caso de Tamaulipas, tienen la conciencia total de que si bien es cierto que se hacen esfuerzos cotidianos en aras de que todos tengamos mejor salud, que podamos aspirar a vivir más sanos, aún falta mucho por hacer.

Sin embargo, también se tiene la convicción que, aunque o se alcanzan las metas aún, hay una satisfacción por lo que se lleva a cabo, acompañada de esa parte que no es agradable cuando sabes que tus esfuerzos no son suficientes.

Y es que quienes se encargan de la vigilancia y supervisión del cumplimiento de los programas preventivos saben que mucho del éxito que se espera es compartido, como compartidas son las responsabilidades, es decir: se tiene la tutela pero no se puede ejercer si no hay colaboración de otras personas.

Enel caso de la salud, hay políticas muy interesantes que tienen como finalidad el disminuir los riesgos de la maternidad en niñas y jovencitas, o los programas de farmacodependencia, combate a la obesidad, cuidado para detener las enfermedades de trasmisión sexual, para bajar las que tienen que ver con problemas gastrointestinales, respiratorios y muchas más, como son las relacionadas con enfermedades crónicas tales como la diabetes mellitus, la hipertensión, y las que revisten un punto de riesgo mayor como son la obesidad, el sobrepeso y el incipiente sedentarismo que nos aqueja y ataca, lenta pero significativamente.

En ese sentido, sabe Alejandro García Barrientos, subsecretario de prevención y promoción de la salud que le trabajo conjunto es sinónimo de éxito, y parra ello ha lanzado la convocatoria con los muchos promotores de salud con que cuenta la SST, a fin de que podamos tener el mensaje necesario que nos permita concientizarnos de la importancia que tiene el participar.

Una y otra vez repite que los problemas de salud son problemas del Estado, pero los más afectados o beneficiados con sus resultados somos los ciudadanos. En ese sentido, si no hay una cultura de prevención, difícilmente habrá buenos resultados, y es que de todos es sabido también que cuando prevenimos males vivimos mejor, y por consiguiente, nuestros familiares también, porque no tienen que sufrir lo que implica una enfermedad seria, prolongada o incurable.

Dice García Barrientos que se buscan todos los días maneras de llegar a la población, y para ello se dispone de estrategias mucho más ambiciosas que contengan problemas que muchas veces son producto de las consecuencias climáticas, como sucede cuando hay muchos casos de enfermedades de los bronquios en tiempos de frío, gripes problemas gastrointestinales cuando los calores nos llevan a un consumo, muchas veces irresponsable de líquidos en cualquier parte sin observar las medidas de prevención.

Casos de dengue y otros contagios por vectores similares son producto de una temporada de lluvias y de inadecuados cuidados en nuestras propiedades.

En ese sentido, el subsecretario García Barrientos hace eco de las palabras de la secretaria Gloria Molina, basadas en indicadores sanitarios nacionales, para que todos hagamos un mayor esfuerzo por cumplir lo que nos sugieren, en la medida de nuestras posibilidades, y cuando no se pueda cumplir, acudir a las instituciones sanitarias como Centros de Salud o jurisdicciones a pedir el apoyo necesario.

No podemos dejar de tener presente que el éxito en programas comunitarios es la participación precisamente de la comunidad, y por muy bueno que sea el planteamiento oficial, si no participamos, de nada va a servir lo que se pueda hacer.

Entonces, el exhorto es que hagamos equipo con los que administran la salud y sus medidas de prevención y control de males que nos aquejan, y tomemos esa cusa común como el mejor de los caminos para erradicar algunas enfermedades, o al menos, evitar que en nuestros hogares hagan estragos, tanto en nuestra salud como en nuestro presupuesto.

Es tiempo, urgente, de pensar colectivamente, en que la labor de todos unidos nos beneficia a todos. Y es necesario participar.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.