Río de Janeiro, (Notimex).- Casi dos mil venezolanos fueron trasladados en las últimas semanas por las autoridades brasileñas desde el estado de Roraima, fronterizo y foco de tensión por la llegada de inmigrantes, a otras regiones del país, en un intento por reducir los impactos en esta zona de la Amazonía.

Las Fuerzas Armadas brasileñas emplean aviones y autobuses para transportar a familias de venezolanos que huyeron de su país y voluntariamente adhieren a un programa de “interiorización”, con el fin de ir a zonas con más oportunidades económicas y servicios sociales.

Este miércoles fueron 20 los inmigrantes que fueron trasladados a Manaus, capital del estado de Amazonas y sede de una de las mayores zonas industriales de todo Brasil.

Se trata de una medida exigida por las autoridades de Roraima e impulsada por el presidente Michel Temer, que se negó a cerrar la frontera.

La “interiorización” tiene el objetivo de reducir la tensión en la frontera norte del país, después de que el pasado día 20 de agosto estallaran disturbios por parte de brasileños contra campamentos venezolanos en la ciudad de Pacaraima, la última urbe brasileña antes de cruzar a Venezuela.

El ataque habría sido motivado, aparentemente, por un supuesto asalto por parte de inmigrantes contra un comerciante en la ciudad.

El gobierno de Roraima asegura que los servicios sociales del estado –educación y sanidad- están saturados por la llegada de miles de inmigrantes en los últimos meses, y culpa al gobierno federal de no haber transferido recursos económicos para lidiar con la situación.

Más de 127 mil venezolanos entraron en Brasil por tierra desde 2017, según datos del gobierno nacional, aunque las autoridades federales aseguran que el 60 por ciento de ellos salió con destino a un tercer país de América del Sur.