México,(Notimex).- La prevención en el uso de drogas en las poblaciones más jóvenes es una de las herramientas más puntuales para evitar adicciones; en México, la edad promedio de inicio de consumo es a los 17 años al considerar un rango de 12 a 65 años de edad, aunque al abarcar sólo al sector juvenil es de entre 11 y 12 años de edad.

María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente,  explicó en entrevista con Notimex que de manera reciente se detectó un incremento en el consumo de heroína, cuando antes su uso era solo para las personas que vivían en la frontera con Estados Unidos.

En la actualidad, dijo, existen reportes del uso de esta sustancia en otros estados del país, “todavía son números pequeños pero sí nos preocupa porque se habla de más disponibilidad, más afectados y más ingresos a tratamientos (...) nos preocupa que esta práctica se extienda”.

En ese sentido, precisó que los indicadores de adicción en poblaciones jóvenes en el país es baja, aunque si bien existe una mayor proporción de personas que consumen sustancias tóxicas.

Ello, dijo, deriva en un incremento de la dependencia, si se considera que la sustancia que más consumen estas poblaciones es marihuana y que ésta es la que menos dependencia genera "nuestros índices siguen siendo bajos, pero tenemos un aumento y eso nos preocupa”.

Por ello, resaltó la importancia de la prevención, que implica que los niños se desarrollen de una manera sana, intervenciones tempranas para evitar que cuando hay problemas recurran a las drogas, retrasar la edad de inicio y darles herramientas para enfrentar situaciones de riesgo, así como tratamiento temprano en caso de tener una adicción.

Así, añadió, los próximos 24 y 25 de septiembre, especialistas de casi 30 países expondrán en el Segundo Congreso Mundial de Prevención de Adicciones en Niños y Adolescentes temas referentes a las experiencias de otros países al regular el uso de sustancias como la marihuana, así como la importancia de la prevención de adicciones, sino en su tratamiento.

Y es que, de acuerdo con la especialista, si bien existen avances importantes en materia de prevención en el país, se debe profundizar en descriminalizar a quienes consumen este tipo de sustancias y concentrarse más bien en un tratamiento integral para ellos.

Medina añadió que existen varios factores que inciden en el consumo de sustancias tóxicas en las poblaciones juveniles; aspectos relacionados con la genética y con las sociedades en las que se desenvuelven los jóvenes; se trata de que desde edades bien tempranas interioricen los efectos del consumo de drogas.

En ese sentido señaló el modelo Ambar, creado por la Fundación Nacional Ámbar que junto con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente organizó la segunda edición de este encuentro; así, precisó que el modelo cuenta con dos años de trabajos para concientizar a niños y jóvenes respecto de las consecuencias del uso de sustancias tóxicas.

Este esquema, explicó Medina, ha impactado en niños, adolescentes, maestros y padres de familia no sólo de Tijuana, donde existe un centro interactivo, sino que se ha presentado de manera itinerante en instituciones como Papalote Museo del Niño, y se busca que este esquema abarque a un mayor número de personas.

El esquema, puntualizó, consiste en cinco etapas interactivas, en las que los participantes pueden ver las consecuencias de los efectos del consumo de sustancias tóxicas en el cerebro; así, dijo, se trata de un modelo que reúne diferentes corrientes didácticas para lograr que interioricen decir un “no” al momento de estar expuestos a estas sustancias.

Así, agregó que el Congreso contará con ponentes de talla internacional que aboradarán temas referentes a las experiencias de otros países en torno a la prevención de adicciones en las poblaciones más jóvenes y las implicaciones de la regulación de la marihuana en el país.

En este sentido, señaló que regular favorece la existencia de un control y permite actuar para proteger a niños y a jóvenes, el problema no es regular sino la manera de hacerlo, de acuerdo con las experiencias internacionales se observa que la no regulación no es favorecedora, aunque tampoco lo es el libre mercado.

“Una regulación como la que protege al tabaco puede resultar benéfica siempre y cuando las población sepa que las medidas son las adecuadas y las cumpla y exista siempre la posibilidad de una sanción cuando no se cumplan las normas”, subrayó.

Al respecto, expuso que el encuentro busca evidenciar las experiencias de otros países que han regulado el uso de marihuana para establecer las medidas aplicables para México, “lo difícil en una población tan grande como la mexicana sería verificar el cumplimiento de las normas”, dijo.

En este sentido destacó que las normas han sido más efectivas en el caso del tabaco y menos efectivas en el caso del alcohol, “porque a pesar de que se regula, los jóvenes tienen acceso durante 24 horas y se están muriendo mucho por accidentes”.

Destacó la importancia de conocer las particularidades del contexto mexicano, así, la recomendación de la Organización de los Estados Americanos es tendiente a descriminalizar el uso, es decir, que las personas no vayan a la cárcel ni por el uso de sustancias ni por la adicción a las mismas, “eso ni ayuda a la persona ni ayuda al país”.