México, (Notimex).- Con la finalidad de hacer un análisis sobre la producción y consumo de bioturbosina en el país, inició hoy el Primer Congreso Nacional de Bioturbosina en la Ciudad de México, en el que participan expertos de instituciones nacionales e internacionales.

El congreso tiene como objetivo promover la bioenergía en México, vincular a los profesionales que trabajan en diferentes actividades del sector, definir propuestas sustentables, y encausar la bioenergía como una nueva oportunidad de negocio.

Durante la inauguración del congreso, el subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Secretaría de Energía, Leonardo Beltrán Rodríguez, señaló que en México se han invertido mil 400 millones de pesos en grupos de bioenergía, con la finalidad de crear nuevas tecnologías que contribuyan a reducir gases de efecto invernadero.

El especialista del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), David Ríos Jara, señaló en entrevista con Notimex que la reunión sirve para aprovechar la experiencia que tienen en otras naciones sobre el manejo de combustibles no fósiles.

“Básicamente se hará un análisis de lo que se ha logrado hasta ahora en el clúster de bioturbocina, y estamos invitando a varios actores internacionales importantes relacionados con el tema de la aviación; queremos aprovechar las prácticas que ellos ya manejan en el desarrollo de este tipo de productos”, dijo.

Sobre el proyecto en cuanto al uso de combustibles no fósiles como la bioturbocina en la aviación, el investigador señaló que este trabajo en México va a la mitad del proceso de desarrollo, por lo que falta examinar más el aspecto de su comercialización.

Informó que a diferencia de otros países, en México hacen falta incentivos para que se desarrollen combustibles no fósiles y se logre reducir la emisión de gases de efecto invernadero, cumpliendo así con los estándares internacionales y los objetivos ecológicos que se tienen a corto, mediano y largo plazo.

“En México no existen incentivos para la industria de biocombustibles, mientras que en otros países sí los hay”, dijo.

Agregó que la aviación civil tiene un gran reto, ya que a nivel internacional establecieron el compromiso de no incrementar la emisión de dióxido de carbono a partir de 2020.

“La aviación civil internacional estableció que en 2020 los niveles de dióxido de carbono en el ambiente se tiene que disminuir; el compromiso que se establece es que para 2050 las emisiones de éste se baje a la mitad, uno de los componentes importante para que esto suceda, es el uso de biocombustibles”, detalló.