Este día vence el término legal para la asignación de diputados federales plurinominales. Y hasta donde observo a Tamaulipas sólo le tocarían dos curules. Una para Mariana Rodríguez Mier y Terán (PRI) --sobrina del ex gobernador Egidio Torre Cantú--, y la otra quedaría en manos de Mónica Dávila Gómez (MC), la cónyuge de Gustavo Cárdenas Gutiérrez.

Pero no participarían en la sesión constitutiva de la LXIV Legislatura, a desarrollarse el miércoles próximo (por disposición legal), aunque sí en la apertura del primer período ordinario, que habrá de arrancar el sábado 1 de septiembre.

Los senadores de mayoría relativa (64) y primera minoría (32) harán lo propio la semana entrante, dejando pendiente hasta tres días después la integración de los 32 de representación proporcional –ahí está Claudia Ruiz Salinas, quien cedería esa posición a Mercedes del Carmen Guillén Vicente (su suplente), tras ella haber asumido hace dos días la dirigencia priista--, cuando se instale oficialmente la legislatura en la cámara alta.

El mismo día (ya por la tarde), sesionará el pleno del Congreso de la Unión, para recibir el sexto y último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, aunque no se ha definido si éste lo entregará personalmente o, fiel a su costumbre, enviará un propio y, en otro recinto, ofrezca ‘un mensaje’ político, ante su invitado de honor, Andrés Manuel López Obrador, con el que ahora coincide en su proyecto.

Como fuere su asistencia o ausencia en nada cambiará el panorama advertido de que: 1) Movimiento Regeneración Nacional (Morena) exhiba escandalosamente su poderío; y 2) brote la impotencia opositora al verse rebasada para maniobrar, ante la ‘nueva aplanadora legislativa’, que, por cierto, se encargará de fijarle tiempos a la glosa.

En la instalación de la legislatura, estarán los tres senadores electos en Tamaulipas: Américo Villarreal Anaya y María Guadalupe Covarrubias Cervantes (Morena); e Ismael García Cabeza de Vaca (PAN).

Además los diputados albicelestes José Salvador Rosas Quintanilla, María del Carmen Pérez Rosas y Vicente Javier Verástegui Ostos.

Igual otros seis ‘arropados’ por Morena, aunque, estrictamente, sólo Erasmo González Robledo tiene clara su pertenencia, pues Olga Juliana Elizondo Guerra, Adriana Lozano Rodríguez y Olga Patricia Sosa Ruiz, a Encuentro Social (PES) le deben su postulación; así como Mario Alberto Ramos Tamez, a MC; y Armando Javier Zertuche Zuani, al PT.

En fin, los doce ya están allá, en la Ciudad de México, tramitando su credencial y participando en los encuentros plenarios partidistas, para no llegar al recinto ‘desorientados’, como si les ocurriría a Mariana y Mónica, pues hasta hoy, reitero, se dará a conocer el reparto de plurinominales.

Delegados

Hasta hoy ninguno de los delegados federales ha sido aún echado de su oficina, pero se advierte clara negligencia de parte suya para cumplir con la responsabilidad conferida, por saber que en cualquier momento serán relevados.

Desconozco hasta cuándo permanecerán en el cargo, pero sí tengo en claro que su actitud significa ‘un berrinche’, pues el pueblo no tiene la culpa alguna de que se les agote su período administrativo, por lo que, al menos, debieran ser congruentes desocupando la silla que por la inercia del relevo sexenal ya no les tocaría ocupar a partir de diciembre próximo, pues para permanecer en el cargo deberán contar con la anuencia del nuevo jefe del Ejecutivo Federal o, al menos, del ‘vicegobernador’.

Se presume que aquí, en Tamaulipas, existe casi media centena de delegados federales, como representantes de las secretarías federales y los organismos descentralizados, por lo que advierto que sí es necesario agilizar los relevos, so pena de que los aún delegados, azuzados por sus promotores, quieran abrirle nuevos frentes al futuro Presidente de México.

Y que conste, ésta es sólo una advertencia.

Si no la atienden allá en el Gobierno Federal, es asunto suyo.

Voracidad

El proceso electoral que el nueve de septiembre próximo inicia aquí en el estado para renovar el Congreso local, despierta la voracidad de priistas, aun cuando nada hicieron para impedir la paliza que, hace menos de dos meses, les fue propinada en las urnas.

Quienes le entienden al tema, aseguran que el tricolor (en el estado) ya nada tiene que hacer. Y menos cuando los testaferros de Egidio Torre Cantú, encaramados en el Comité Directivo Estatal (CDE), se aferran a ir en pos de las candidaturas que se pondrán en juego.

Por ello exigen la dimisión inmediata de Sergio Guajardo Maldonado y toda la estructura priista, como el esclarecimiento de la desaparición de por lo menos 20 millones de pesos que le fueron entregados a una dama ‘de toda su confianza’ para invertirlos en la campaña electoral anterior. Y, que, por cierto, no ha dado la cara.

Jocosidad de Duarte

La Procuraduría General de la República (PGR), va de pifia en pifia.

Hoy resulta que carece de elementos para acreditar la participación de Javier Duarte de Ochoa en delitos de delincuencia organizada, y sólo estaría sujeto a investigación por asociación delictuosa, lo que brinda al inculpado la oportunidad de enfrentar el caso en libertad.

Recuerde Usted que el ex mandatario veracruzano fue señalado por financiar el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Y, de ahí, saque sus propias conclusiones.

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Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.